A 3 años de su secuestro, pobladores de Santo Domingo Yosoñama denuncian haber sido víctima de violencia

Patricia Castellanos

Buena Vista, Santo Domingo Yosoñama, Oaxaca.- A poco más de 3 años que fueran secuestrados 39 pobladores de Santo Domingo Yosoñama por casi dos meses en condiciones deplorables, lo anterior debido a un problema agrario con la comunidad vecina de San Juan Mixtepec, las víctimas de este caso, manifestaron que la violencia y malos tratos que recibieron durante su secuestro, ha traído secuelas en sus vidas.

En la recapitulación de hechos, fue un 30 de mayo del 2010, cuando pobladores de Santo Domingo Yosoñama se encontraban en una brecha que separaba ambas comunidades haciendo labores de campo y siembra, cuando fueran interceptados por habitantes de San Juan Mixtepec los cuales eran encabezados por Leonel Martínez Sánchez, ex presidente municipal de esa comunidad según sus propios testimonios.

Ante un ancestral conflicto agrario que ambas localidades vinieran acarreando por el pleito de mil 800 hectáreas de tierra en la zona, en ese entonces, los pobladores de Yosoñama cuentan que cuando se encontraba limpiando el área, unas 350 personas armadas, en alrededor de 50 vehículos de carga arribaron al lugar, pidiéndoles que subieran a estos móviles para platicar y llegar a un acuerdo sobre la disputa de tierras, sin embargo el objetivo fue otro, ya que los distribuyeron en encierros localizados en diversas agencias, donde fueron tratados en condiciones inhumanas.

Testimonios de comuneros secuestrados:

Pedro José Gonzales, quien fue secuestrado por más de 72 días narra que se encontraban trabajando la tierra en el paraje “Paso de águila” para poder hacer una parcela de frijol para beneficio de la comunidad, cuando gente de San Juan Mixtepec llego a la zona: “cuando nos damos cuenta, gente de Mixtepec se acercó y como no teníamos problemas con ellos, pues nos confiamos, y nos dijeron que teníamos que trasladarnos para tener una plática con ellos”.

Cuenta que fueron subiéndolos de 5 a 6 personas en cada carro, llevándolos a un encierro pero de forma separada, pasaron los días y no los liberaban, lo cual causo desesperación en los pobladores: “iban armados, encapuchados, llegando ahí nos bajan empujándonos, diciendo palabras altisonantes, agrediéndonos, nos metieron en una cárcel donde habían piedras, suciedad humana”.

Por su parte, Cruz José, otro de los secuestrados, manifestó que cuando fue privado de su libertad, Leonel Martínez y José Jacinto López ex agente de bienes comunales de Mixtepec ordenaron que los encerraran; “él dijo, llévenselos a todos, nos dijeron que solo era para firmar un documento y regresaríamos pero no fue así, nos maltrataron”.

El campesino secuestrado, narra que al momento de llegar a la cárcel, les fueron quitadas sus pertenecías, para posteriormente darles malos tratos durante todo el tiempo de su encierro: “nos quitaron celulares, reloj, cinturones, nos dejaron descalzos, nos maltrataron, a mí me hicieron como si fuera un animal, dentro de la cárcel hacíamos del baño y encima de eso nos echaban tortillas para comer”.

Señala que a partir del encierro, los 39 secuestrados fueron separados, y cada determinado tiempo los movían de lugar, a pesar del desconocimiento de la zona, comenta que estuvo en poco más de 4 lugares, mismos que no conocía: “cada ciertos días nos trasladaban en la madrugada a otra agencia, nos maltrataban, ellos iban encapuchados y armados, nos decían que si intentábamos escapar nos dispararían.

Manifiesta que en todo momento estuvieron descalzos y por momentos tapados de la cara, así mismo, las condiciones de las cárceles eran deplorables, lo cual ha traído repercusiones en su salud que no han podido sanar; “algunos de nosotros hasta ahora estamos enfermos por la misma situación porque andábamos descalzos, sin cambiarnos, y cuando nos daban de comer nos aventaban tortillas como si fuéramos cerdos”.

En tanto, Eusebio José Reyes, víctima de este secuestro, narra que al ser trasladados los pateaban, y al llegar a los encierros, ellos podían oír como se ponían de acuerdo en asamblea lo que iban hacer con ellos; “nos empezaron a separar porque éramos un grupo que siempre hacíamos frente a los compañeros, pero nos dimos cuenta que eso no les gustaba y nos empezaron a distribuir a diferentes comunidades”.

A mi toco llegar a una comunidad que se llama San Juan Caballar, y cuando llegamos estaba formada la gente con arma de fuego, una línea que llegaba hasta la cárcel, y nosotros caminábamos en medio de ellos, aseguro.

Así mismo, conto como fue maltratado, y humillado, ya que solo tenían horarios de comida una vez cada 24 horas, y no les permitían salir al baño, sino hasta pasadas muchas horas: “cada vez que pedíamos salir al baño, nos daban contadito el tiempo para ir al baño, y vigilándonos con armas, nos gritaban groserías, nos traían a punta de cañón,  nos ponían armas en las costillas”.

El poblador de Yosoñama, expreso con visible frustración en el rostro, que la forma en que los trataron fue inhumano, así mismo expreso que fue alrededor de los 40 días de encierro cuando los comenzaron a esposar para hacer los trasladados a las distintas cárceles, tapándoles también la cara.

En cuanto a su alimentación, indico que comían peor que un animal, ya que les hicieron hasta beber de su propia orina: “esa gente no tiene alma humana, nos trataron como animales, el acuerdo era un solo taco de tortilla aposcahuada o dura al día, persona que nos aventaba dos tacos la castigaban, nadie comía más que un taco cada 24 horas, agua menos, porque si pedíamos nos daban agua de orina, o nos decían ¡ahí está un bote y orales, si no quieren morirse tómenla!, incluso hasta las mujeres que hacían guardia con machete nos lo decían, es triste recordar”.

No solo adultos fueron secuestrados en este acto, también adolecentes en ese entonces, quienes por este hecho perdieron la posibilidad de seguir con sus estudios, ya que también sufrieron daño psicológico que los marco de por vida, entre ellos Alejandro Hernández, quien en ese entonces tenía 17 años, y a causa del maltrato que sufrió tiene secuelas de pánico actualmente.

Como éramos menores de edad nos asustábamos mucho, nos separaron de las personas mayores de edad, llegaban a cada rato a amenazarnos, no nos dejaban dormir tranquilos, es lamentable que el gobierno no nos haga caso y haga justicia por lo sucedido, a mí me trajo secuelas, tengo mucho miedo que la gente de San Juan Mixtepec vuelva a atacar a nuestra gente, porque este conflicto ya ha dejado varios muertos, puntualizo el joven con visible pánico en el rostro.

No continúe con mis estudios, me quede traumado desde lo sucedido, cuando sucedió el secuestro habían 6 compañeros jóvenes más y ellos también han sufrido lo mismo, siempre nos amenazaban, nos apuntaban con armas de fuego, reitero.

El recuento de daños y el nulo avance en el conflicto agrario:

Actualmente, este conflicto agrario que arrojo este hecho lamentable continua, la gente del pueblo comenta que es imposible transitar por el paraje  divide las dos comunidades, porque de ser así comienza el tiroteo de parte de Mixtepec, por lo que evitan la zona, así mismo, en la capital de estado, los pobladores de las diversas agencias de Santo Domingo Yosoñama, continúan en la lucha de resolver este problema, avalándose de la agrupación “Antorcha Campesina” la cual no los ha desamparado en este proceso y los apoyado según mencionan.

En este sentido, Gilberto Hernández José, líder de Antorcha Campesina en la región Mixteca, informo que el pasado miércoles 18 de septiembre se tuvo una audiencia con el gobierno federal y estatal, donde también estuvieron presentes miembros de la junta de conciliación del estado, en la cual, los pobladores de Yosoñama aceptaron la propuesta hecha por parte la Secretaria de la Reforma Agraria, donde se les sede el  50 por ciento de estas tierras a Mixtepec  y la otra parte a Yosoñama, sin embargo, las autoridades de Mixtepec no la aceptan.

En tanto, Hernández José, expreso que la comunidad y su organización se siente indignada, ya que dijo quien encabezara este secuestro en su momento, teniendo a cargo en ese entonces la presidencia municipal de San Juan Mixtepec, Leonel Martínez Sánchez, ahora es jefe del departamento de vivienda de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).

Queremos que los gobiernos ya resuelvan el problema agrario, a raíz de esa audiencia nos dimos cuenta que el individuo que encabezo este secuestro, ahorita tiene el cargo de director de vivienda en SEDATU, nosotros repudiamos y estamos inconformes con la actitud del gobierno, como es posible que un secuestrador y asesino pueda ser parte del gobierno, enfatizo.

Así mismo, hiso hincapié en que las secuelas desembocadas por este secuestro a causa del conflicto agrario entre estos dos pueblos, han sido lamentables y se han visto plasmadas en los 39 comuneros, siendo que dos de ellos ya murieron a causa del maltrato ocasionado, el cual repercutió en su salud, por lo que su indignación respecto al nuevo cargo de Martínez Sánchez y la apatía de las autoridades de San Juan Mixtepec ante la posible reconciliación frente al conflicto agrario aun ya teniendo una propuesta equitativa, les resulta aún mayor.

Ojala que la autoridad cheque las actas de defunción y se constate que las personas que fallecieron se murieron a causa de ese maltrato y el miedo que les metieron, es indignante que nosotros si busquemos la forma de solucionar esto y Mixtepec no quiera, es más, ya entregamos nuestra propuesta para que la zona en conflicto se divida en partes  iguales, pero Mixtepec no quiere e insiste en condicionar que nos separemos de nuestra organización, y eso no es posible porque “Antorcha Campesina” es nuestro escudo, nuestra esperanza, reitero tajante.

Ante este panorama, las autoridades de las diversas agencias del municipio de Santo Domingo Yosoñama, están esperanzadas en una respuesta favorable en la resolución ante este conflicto ancestral, así mismo exigen justicia ante el secuestro de las 39 personas quienes actualmente se encuentran padeciendo el recuento de daños en sus vidas.