¿A dónde vamos, “Mi Rey de Monterrey”?

Por Horacio Corro Espinosa

asamblea-300x199Quienes tengan memoria de por lo menos dos tercios de siglo (o en la hemeroteca hayan leído crónicas de entonces) recordarán que en la Cámara de Diputados asistían no pocos engendros postrevolucionarios cuyos distintivos eran el sombrerote, el bigotazo y, sobre todo, el pistolón al cinto. Con ellos, las discusiones camarales no se daban por turno en la tribuna con florida oratoria, sino a grito pelado desde cualquier curul, y mejor aun, a truenos de Colt 38 o escuadra 45.

Hace años hubo un caso muy sonado, que seguramente han de recordar los que honramos un poquito la historia oaxaqueña. Hubo un diputado de esta entidad de nombre Ernesto Meixueiro, quien en reclamo a los votos mal contados por el colegio electoral de entonces, se subió a la tribuna y ejemplificó su protesta gráficamente disparándose un tiro en la mera chompeta. Fue una verdadera tragedia al modo de Shakespeare.

Por esas mismas épocas, hubo un diputado de apellido Bolívar Sierra, quien salió  a la calle de donceles a solucionar a balazos una diferencia ideológica con otro curtido diputado cuyo nombre ya no me acuerdo y ni importa mucho el olvido.

Pasó el tiempo y llegaron los gobiernos civilistas, quienes dejaron el atuendo de salteadores de caminos, y comenzaron a usar finos trajes de casimir. Y en lugar de olor a pólvora, adoctrinaron con el aroma de lavanda. Sustituyeron la carcasa triangular por portafolios de piel.

Sin embargo, lo que sucedió el viernes 24 de mayo en el Hotel “Misión de los Ángeles”,durante la reunión del Consejo Estatal perredista, donde hubo varios heridos por armasde fuego, fue una acción  “primitiva y arcaica”, dijera nuestro insigne filósofo oaxaqueño, José Nelson Murat Casab. La barbarie ha regresado a los partidos políticos, principalmente al PRD oaxaqueño, quien ya es una vergüenza nacional.

De veras que el Presidente del PRD ha tomado muy a pecho su mote: “Mi Rey de Monterrey”,  eso es indiscutible, pero no es líder porque no tiene control. El mismo viernes, en una entrevista radiofónica que le hicieron Miguel Ángel Shultz y Jaime Velázquez, a éste presidente, les dijo que quienes agredieron a balazos al pleno, fueron personas ajenas a este partido. Y acusó a Darío Pacheco, Secretario Municipal del Ayuntamiento de Sta. María Huatulco y a Víctor Mendoza, ex agente municipal del Coyul, Huatulco; de éste último, aseguró, pertenece al Partido Movimiento Ciudadano.

También les dijo: “Me deslindo de haber agredido a las personas que asistieron al pleno del PRD. No uso guaruras ni guardaespaldas”, aseguró.

Entonces, ¿por qué huyó por la puerta trasera del hotel como soez delincuente? ¿Por qué abandonó a sus ovejitas perredistas a merced de empistolados y encapuchados? Bueno, no estaban encapuchados, pero parecían estarlo porque ¡Hay nanita la ratita!

La verdad es que hay muchos sujetos desafortunados en el PRD oaxaqueño. Quiero suponer que a la mejor son producto de la mera coincidencia, aunque más bien, parece maquiladora de porros… y también de capos. Ni modo, no todo es miel en la democracia.

 

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