Patricia Castellanos

San Sebastián Atlatahuca, Oaxaca.- Son muchas las poblaciones que padecen de alta marginación y pobreza en la región Mixteca de Oaxaca, lo anterior a pesar de que las zonas son elevadamente productivas por sus recursos naturales, sin embargo no todas estas dadivas de la naturaleza pueden ser explotabas en beneficio; básicamente debido a la falta de capacitación y apoyo de programas para el aprovechamiento de recursos en estos lugares, ya que solo algunas poblaciones se ven beneficiadas con estos soportes de parte del gobierno debido a la inmensidad de la región.

A pesar de esto, los pobladores son condescendientes con sus tierras, las cuales son altamente fértiles y nobles con sus habitantes, permitiéndoles obtener beneficios de ellas, por lo que los indígenas que viven en estos lugares, tratan y cuidan sus tierras con gran aprecio, ya que son estas las que les permiten la subsistencia.

Maravillosos parajes son los que ofrece la madre naturaleza en la región mixteca, pueblos mágicos que contrastan su alta marginación y pobreza, con la magnificencia de los recursos naturales que ofrece esta zona, los cuales matizan de asombro la mirada de cualquiera que visite la zona.

Áreas verdes que arropan poblaciones en las altas montañas de esta región, tierras fértiles que permiten a los habitantes la siembra de maíz, nopales, arboledas frutales, verduras y hasta algunas hierbas comestibles que ningún citadino sabría que estas son parte de la alimentación humana.

Así mismo, esta bendita tierra, rica en agua debido a su clima fluvial continuo, se mantiene verde dando árboles que permiten ser aprovechados por su leña, así como alimentos silvestres que sirven a los pobladores para su alimentación.

A decir de Conchita, madre de familia de 3 niños y uno que viene en camino, estas tierras son bendecidas por la madre naturaleza con la lluvia, lo cual permite que ellos aprovechen las plantas y flores que de ella nacen.

Caminando a su lado, se puede ver a Doña Conchita con un bebé en la espalda y otro en su vientre, y junto a sus dos pequeños, cortando hongos comestibles, los cuales según sus propias palabras son muy ricos en Mole, y les gustan mucho a sus hijos y marido, quien es agricultor y siembra en sus tierras maíz, semilla que aprovechan en temporada para hacer tortillas calientitas.

Estos honguitos saben buenos en molito, les dicen patitas de pollo por su sabor al animalito, a mis muchitos les gustan mucho, y con unas tortillas al comal, vieran que rico se lo comen, narra conchita mientras corta las plantas silvestres de temporada.

Así mismo, esta zona está llena de fauna que aún no se extingue al paso de la apropiación del territorio del hombre, conejos, ardillas, culebras, entre muchos otros animales silvestres que equilibran la naturaleza con su existencia.

Desde las montañas altas, se puede apreciar  paisajes  preciosos que cautivan la mirada de cualquiera, composiciones naturales que dilatan las pupilas y aceleran el corazón de cualquier humano a causa de su belleza.

Es contrastante la gran marginación y la belleza que existe en estas zonas, aún hay mucho por hacer en estos lugares llenos de pobreza desde la percepción ajena ,  sin embargo quienes viven en estos pueblos alejados de la sociedad urbana casi extinta de espíritu y calidez humana; no permiten que su condición económica los devaste, por el contrario bendicen sus tierras y agradecen todos los días haber nacido en este paraíso natural; el cual suple sus necesidades básicas, lo cual es admirable desde cualquier perspectiva.