Alistan batalla en el INAH

EXCELSIOR

“No somos una élite. Hemos luchado por preservar el patrimonio cultural de nuestro país”, dicen, tajantes, 200 investigadores

CIUDAD DE MÉXICO.

 “No formamos parte de una élite ni somos una mafia de la investigación académica o la docencia”, aseveró ayer Bolfy Cottom, tras denunciar que poco más de 200 investigadores y académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre los que destacan María Esther Acevedo, Ricardo Melgar Bao y Consuelo Maquívar, no han recibido los estímulos al desempeño a la investigación y docencia que perciben desde 1996 como complemento a su salario.

Esto ha debilitado la investigación y el conocimiento arqueológico, ha frenado la investigación básica en sitios arqueológicos y ha sumido al INAH en una especie de depresión, añadió Cottom.

“Se ha dicho que somos privilegiados y que formamos parte de una élite. Eso no es verdad. Somos trabajadores que hemos luchado por el INAH y por preservar el patrimonio cultural de nuestro país. Amén de eso, estamos defendiendo un derecho que nos asiste… son derechos adquiridos y justo por eso necesitamos emplear las distintas formas que tenemos para defenderlo”, dijo. Sin embargo, “en este momento hay una especie de negativa para atendernos”.

Cottom hizo el anuncio en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, acompañado por una veintena de investigadores, quienes lamentaron el descuido de las autoridades culturales y adelantaron que este jueves acudirán a las instalaciones de la Secretaría de Cultura (SC), en Arenal 40, para entregar una carta a Alejandra Frausto, titular de la dependencia federal.

“Acudiremos a la SC y, dependiendo de la respuesta, estamos considerando la presentación de una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), porque creemos que hay violación a una garantía constitucional… incluso, estamos valorando la posibilidad de acudir al Poder Judicial con una demanda de amparos, aunque confiamos en no llegar a tal extremo”, dijo.

Y aunque reconoció que entre febrero y mayo de este año los investigadores han tenido reuniones con autoridades del INAH para resolver la demanda, la respuesta que han encontrado es que el instituto “no cuenta con una partida presupuestal para atender dicho programa”, y han insistido en que la solución está en la devolución de los recursos autogenerados que debió entregar la Secretaría de Hacienda (SHCP) al INAH, sobre los cuales aún no se tiene noticia.

El estímulo, explicó, “es parte de un programa de una política pública, es decir, una especie de acuerdo entre autoridad y trabajador que no entra en prestaciones que se negocian con los sindicatos y por eso esta lucha o demanda la estamos planteando a nivel de investigadores, ya que los sindicatos no lo pueden plantear como parte de su pliego de peticiones”.

Mientras que los autogenerados son recursos que el INAH percibe a partir del costo de acceso a museos de sitio y a zonas arqueológicas en todo el país. Sin embargo, éstos son entregados por ley a la Tesorería de la Federación y más tarde un porcentaje es devuelto al INAH. No obstante, hasta el momento el INAH no ha informado qué porcentaje de estos recursos destinará a cubrir este concepto.

Lo anterior, debido a que la dependencia tiene otros pendientes: pago de trabajadores por capítulo 3000, mantenimiento a zonas arqueológicas, de sitios a monumentos históricos y zonas protegidas por la Unesco.

SERIO PROBLEMA

Sobre el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), dijo que analizan el contenido, pero sí detectó una reducción para el caso de la restauración de bienes que fueron afectados por los sismos de 2017 y no se observa en ningún apartado del proyecto el pago de dichas compensaciones.

Detalló que, según el PPEF, el INAH recibiría tres mil 918 mdp, con un incremento aparente de 178 mdp, lo que representa 29.31% del presupuesto que recibiría la SC en 2020. Y aunque expertos en política cultural han señalado como un incremento que sólo cubrirá la inflación, “nosotros esperaríamos que ahí estuviera considerado este aspecto”.

¿Han pensado en algún paro de labores? “No. Tampoco queremos perjudicar a la población ni descuidar a la institución… Recordemos que el INAH cumplió 80 años en 2019 y en el mensaje del informe presidencial ni siquiera mereció una mención de su existencia. Eso ya nos hace pensar en el abandono de esta institución”.

¿Cuál es la mayor preocupación ahora? “Saber qué considera la autoridad respecto de este programa: si planteó una partida presupuestal para atenderlo, si habrá acuerdo con diputados y Hacienda para utilizar los autogenerados, porque hay lagunas en ese sentido”.

¿Han tenido comunicación con las autoridades de la SC? “Desde finales de mayo buscamos acercamiento con la autoridad central del INAH, planteándole la inquietud respecto del pago de estímulos. Sí hubo aceptación de reuniones y diálogo, enviamos cartas para tener claridad sobre el tema, pero de manera escrita no hemos tenido certeza”.

El también investigador señaló que desde el siglo XIX se ha apoyado la preservación del patrimonio con prioridad en el tema de la investigación y la docencia. “Pero si eso se está abandonando, estamos en un serio problema respecto de la institución”, reconoció.

Por su parte, Rosy Garza, directora de Etnología y Antropología Social, dijo que entre los afectados hay arqueólogos, historiadores, antropólogos, lingüistas y etnohistoriadores, titulares en peritaje antropológico, colaboradores en museos nacionales, regionales y de sitio.

Así como en divulgadores del conocimiento y miembros de las escuelas Nacional de Antropología e Historia, Nacional de Conservación y Restauración Museográfica y de Antropología e Historia del Norte de México, con sede en Chihuahua.

Y recordó que cada año el INAH organiza tres mil 400 eventos de difusión en el país; publica 130 libros, 46 números de revistas, 50 miniguías en inglés y español, y se hace cargo de los 34 sitios inscritos por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en lo cual participan estos investigadores.