Aseguradora Quálitas lucra con dolor ajeno

aseguradora* “Mejor te hubieras muerto, porque no te vamos a pagar nada” dijo un representante de Quálitas a quien está postrado en una silla de ruedas y la deuda por gastos médicos supera el millón de pesos.

* Hizo un llamado al Procurador para que agilice la averiguación previa 624/2011/ECNTE, que ya tiene más de dos años y no hay respuesta.

Postrado en una silla de ruedas, con las dos piernas amputadas y a punto de perder su patrimonio familiar, se encuentra Marcial Vásquez Toribio, luego de que Quálitas, Compañía de Seguros S. A. B. de C. V., se niega a pagarle la indemnización que por ley le corresponde, tras haber sido atropellado el uno de julio del 2011, fecha, dijo, cuando de forma por demás abusiva, el representante legal de la empresa, José Antonio Cuevas Caballero, le dijo que no recibiría atención médica y no le pagarían nada si no otorgaba el perdón al chofer responsable del accidente: “mejor hubiera sido que te murieras, me dijo el licenciado de una manera burlona y grosera, cuando me fue a ver al hospital” afirmó el afectado.

Con lágrimas en los ojos y recostado en la cama de su domicilio, Marcial Vásquez, quien cuenta con 56 años de edad y responsable de la educación y manutención de tres de los cinco hijos que tiene, dijo que su vida dio un vuelco definitivo ese primero de julio cuando se dirigía a entregar un pedido a la comunidad de Apan, Hidalgo.

Quien se desempeñaba como chofer de una constructora, de manera apesadumbrada y con evidente desolación, dijo que al llegar al kilómetro 132, en el entronque con el Arco Norte en San Martín Texmelucan, Puebla, se bajó para informarse de la ruta a seguir y fue cuando se vio en la necesidad de ir al otro lado de la cinta asfáltica:

“Antes cruzar la carretera de doble carril, me cercioré que no viniera ningún carro, máxime que hay señalamientos de baja velocidad porque es cruce de peatones y además porque hay un entronque vial; sin embargó, al estar del otro lado, de manera tempestiva me envistió un vehículo que era conducido a exceso de velocidad. Me impactó primeramente en las piernas y salí volando por el parabrisas. Por la velocidad con que era conducida la unidad de motor me arrastró cuerpo y cara como unos 10 metros sobre el pavimento; pero nunca perdí el conocimiento”, aclaró.

Indicó que Ángel Ibáñez Alvarado, presunto responsable del accidente, detuvo la marcha de su vehículo y le dijo que trabajaba para la empresa SKF de México S.A de C.V, que tiene su domicilio en kilómetro 125 autopista México-Puebla número 1103, Zona Industrial Norte. C.P. 72014, Puebla, Puebla, teléfonos: 01 (222) 2 29 49 10, fax: 01 (222) 2 29 49 08. Dirección electrónica: http://www.skf.com.mx; además, y que le pagaría los daños.

Antes de que la ambulancia lo trasladara al nosocomio, el chofer le afirmó que el vehículo era propiedad de GI Capital CEF S.A. de C.V. que tiene su domicilio en Prolongación de  la Reforma número 490, cuarto piso, colonia Santa Fe, Delegación Álvaro Obregón 01210. Teléfonos 52 55 52 57 62 00 y 52 55 52 57 62 41. México Distrito Federal y que estaba asegurado por Quálitas, motivo por el cual, el representante de la seguradora ya se trasladaba al lugar para responder por los daños.

 

EMPIEZA EL CALVARIO

Al día siguiente de su ingreso al hospital, Marcial Vásquez Toribio declaró que lo fue a ver José Antonio Cuevas Caballero, representante legal de la aseguradora: “se entrevistó con mi esposa e hija para proporcionar el número de siniestro (343308/2011) y que si no otorgaba el perdón no me daría el pase a la clínica para la que ellos trabajan. Que era mejor que otorgara el perdón, ya que como representante de Quálitas liberaría al vehículo responsable y al chofer”.

Mencionó la persona con incapacidad que a la semana de estar en terapia intensiva, de nueva cuenta acudió José Antonio Cuevas para decirle en tono de burla que le hiciera como le hiciera ya había liberado el vehículo y al chofer y reiteró: “no te iba a dar nada. Por eso le pedí a tus familiares que otorgara el perdón en su momento, pero como no lo hiciste, mejor hubiera sido que te murieras” sostuvo la persona afligida.

Marcial Vásquez expuso que tuvo que pasar cuatro meses en el hospital padeciendo dolores insoportables y diversas operaciones y Quálitas jamás se hizo cargo de sus curaciones. Tras haber sufrido la amputación de ambas piernas y pasar por tantas carencias económicas, acompañado de sus familiares quienes vivían en el patio del hospital, se vieron en la necesidad de pedir préstamos para solventar las operaciones y los aparatos que requería para las curaciones; el gasto ascendió a casi cuatro mil pesos diarios solo en medicamentos.

Actualmente, explicó que ha derogado alrededor de un millón de pesos por gastos médicos. Siente el temor de perder su casa ante las deudas que adquirió, aunado a los 350 mil pesos que le debe al nosocomio de Puebla donde estuvo hospitalizado y en donde los intereses crecen día con día y Quálitas se niega a pagar los daños que provocó su asegurado.

Tras perder las dos piernas y ser el único sostén de su familia, le preocupa la manutención de sus hijos y que la última constructora para la que trabajó también lo desamparó y dejó de percibir los 300 pesos diarios de salario que percibía

Mencionó que por la situación en que vive es insoportable: “hay momentos en que quiero morirme o quitarme la vida, pues desgraciadamente vivir en una silla como esta no es vida, es mejor, como dijo el abogado de Quálitas, José Antonio Cuevas Caballero, que mejor me hubiera muerto”.

Finalmente, Marcial Vásquez Toribio, hizo un llamado tanto a la aseguradora Quálitas para que se responsabilice por el pago a que tiene derecho: “que sean humanos. Que se pongan la mano en el corazón y piensen que una desgracia como la mía le puede ocurrir a cualquiera, inclusive a ellos”, subrayó.

También a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, para que agilice la averiguación previa 624/2011/ECNTE que se lleva en la mesa numero dos norte, especializada en delitos culposos, quien tras más de dos años de ocurridos los hechos aún no tiene alguna respuesta.

“Por eso hago un llamado a gritos que tomen cartas en el asunto y se me haga justicia. No por ser oaxaqueño se me discrimine o se me dé un trato diferente, por eso hago el llamado desde mi tierra al señor gobernador Rafael  Moreno Valle; al titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla; al Presidente del Tribunal Superior de  Justicia y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos del  Estado de Puebla que no me ignore y le den la atención debida a mi súplica” concluyó Marcial Vásquez Toribio.