Carlos Fuentes; una obra dividida en dos sellos

EXCELSIOR

Las Conferencias políticas del escritor fueron publicadas por el FCE, pero las Conferencias literarias serán publicadas por Alfaguara en busca de mayor difusión

CIUDAD DE MÉXICO.

El primero de los dos tomos que reunirán las Conferencias literarias de Carlos Fuentes (1928-2012) será publicado por el sello Alfaguara en octubre próximo, y no por el Fondo de Cultura Económica (FCE), que lanzó el año pasado sus Conferencias políticas.

La señora Silvia Lemus (viuda del escritor mexicano) decidió explorar otra editorial en busca de una mayor difusión para este título, pues creemos que con Alfaguara llegará a un mayor número de países”, afirma en entrevista Jovany Hurtado García.

El investigador explica que Lemus no se ha acercado al FCE y que éste tampoco la ha buscado. “Pero hemos visto que están impulsando un catálogo enfocado hacia otros horizontes, que su prioridad es la colección popular Vientos del Pueblo. La cultura del país está sufriendo un fuerte recorte. Buscamos otras opciones para que los libros de Carlos Fuentes lleguen a los lectores, que no se detengan”.

Aclara que la obra del autor de Aura se publica en ambas casas editoras. “Alfaguara tiene sus novelas, cuentos y ensayos, y ahora recibe sus conferencias literarias. Y el FCE contempla la reedición de varios de sus títulos. Incluso, se puede trabajar en coedición. Eso vamos a proponer”.

De hecho, en agosto pasado, el crítico literario Julio Ortega y Eduardo Matías, entonces editor del FCE, anunciaron la creación de la Biblioteca Carlos Fuentes, que compilaría en 13 volúmenes la obra selecta del narrador, la cual sería recuperada de los seis tomos de la Obra reunida que este sello ya había publicado.

La idea era que la nueva Biblioteca (volúmenes más compactos) viera la luz en los próximos dos años y el primer título fue Conferencias políticas, que tuvo un tiraje de cinco mil ejemplares.

Este proyecto sigue adelante. No es la Biblioteca Carlos Fuentes, sino las Obras reunidas editadas por mí en una serie especial. Éstas constituyen un monumento de la cultura moderna mexicana”, explica Julio
Ortega, catedrático de la Universidad de Brown.

Cada época ha construido su templo mayor. Sor Juana, el del diálogo como orden del mundo. Alfonso Reyes, la Visión de Anáhuac, manifiesto del México
trasatlántico, visión creativa de las sumas. Efraín Huerta, en su canto El Tajín, postula un conocer interior, ruta de revelación cósmica. Octavio Paz, en El laberinto de la soledad, propuso una hipótesis agonista de la definición de la diferencia mexicana. Y Fuentes indica que somos la trama histórica de otra modernidad. Su obra, por eso, es una Biblioteca que remite a la tradición y convoca el porvenir”, explica.

Por lo demás, agrega el crítico peruano, experto en literatura latinoamericana, esta serie de sus Obras reunidas “corrige las muchas erratas de las ediciones anteriores, incluye estudios que sitúan los textos, postulando que su lectura es, siempre, un ‘proceso haciéndose’. No hay un Fuentes canónico. Cada libro suyo explora otro espacio, otras voces, aunque siempre reconocemos la vivacidad de su estructura empática y hospitalaria”.

DOS TOMOS DE LITERATURA

Jovany Hurtado detalla que el primer volumen de Conferencias literarias de Fuentes, integrado por 14 charlas que el también diplomático impartió en diversas universidades nacionales y extranjeras, se divide en tres apartados: sus maestros, sus amigos y su concepción de la novela. “Su gran maestro fue Alfonso Reyes, porque él lo impulsó para entrar a la literatura. Una vez, Fuentes fue a casa de Reyes y éste le preguntó si ya había leído Rojo y negro de Stendhal; él le dijo que no y entonces le pidió que no volviera hasta haberlo leído. Reyes lo metió a otro mundo, guió su formación como escritor”, narra. Balzac y Faulkner fueron otros dos maestros vitales para Fuentes.

Y el más entrañable de sus amigos, prosigue el biógrafo, fue Fernando Benítez. “Él lo motivó a escribir en la prensa, lo introdujo en los diarios. Seguido por Julio Cortázar, el autor más alejado de los del Boom, pues vivía en París, pero por quien tenía un gran respeto y admiración”.

Comenta que Octavio Paz fue al mismo tiempo maestro y amigo. “Era 14 años mayor que él, pero compartían una gran amistad y también fue su maestro. El laberinto de la soledad fue una obra fundamental para que Fuentes entendiera a la sociedad mexicana. Se publica la conferencia que dictó en 1998, tras la muerte de Paz”.

La última parte integra textos sobre la novela de la Revolución y su concepto del género. “La hipótesis de Fuentes es la tradición. Pensaba que no hay nada nuevo, que todo se renueva sobre la tradición de lo ya hecho. Por eso, pensaba, se sigue escribiendo sobre los grandes temas que ya abordaba la tragedia griega: el desamor, la traición, el odio, la lucha por el poder. Decía que lo único que cambia son las circunstancias, los personajes y el lenguaje”.

El politólogo adelanta que el segundo tomo de Conferencias literarias, que aún no tiene editorial, compila cinco charlas sobre la historia de la literatura y las técnicas para su creación.

Nos permiten ver cómo Fuentes explora el manejo de los tiempos. Afirma que cuando el Boom aparece, el tiempo deja de ser lineal en la novela y empieza a cambiar, a dar brincos. Es la gran conquista de la literatura latinoamericana del Boom, que la narración deja de ser lineal y el narrador juega con el tiempo, lo desafía. Esto hace que la literatura latinoamericana sea única”, destaca.

Este título integrará siete textos más que todavía están en revisión y un decálogo de diez consejos que Fuentes da a los jóvenes sobre qué hacer para escribir.

Tras la publicación de estos tres libros, apunta Hurtado García, quedarán pendientes de publicar 70 de las 210 conferencias halladas en el archivo del narrador, escritas entre 1980 y 2010. Estas 70 abordan temas como relaciones exteriores y economía y se están clasificando.

Tenemos, además, siete ensayos inéditos que se publicarán como libros independientes”, concluye.