Carmen Jordá, de modelo a piloto de reserva en la Fórmula 1

dominical-jorda-F1_MILIMA20150320_0345_30Hija de un campeón del volante, admiradora de Senna y surgida de la GP3 Series, la joven alicantina pasó del modelaje a la élite de las competencias del Gran Premio con la escudería Lotus.

Madrid

La española Carmen Jordá se convirtió en la segunda mujer —después de que Susie Wolff trabajó con Williams—, que tendrá acción en el campeonato de Fórmula 1 al trabajar como piloto de reserva de la escudería Lotus.

Tras ser contratada como piloto de desarrollo de la mítica casa británica, esta mujer de 26 años es referente de moda y belleza para varias marcas, pero ella se califica como una abanderada del feminismo en el deporte, será la encargada de poner a punto los coches que usarán en los grandes premios sus compañeros Romain Grosjean y Pastor Maldonado.

La entrevista con Dominical MILENIO se produce apenas horas después de que Lotus anunciara oficialmente su fichaje y las peticiones para hablar con la joven son extraordinarias, pero ella está encantada de vivir su nueva vida en el llamado “gran circo”. La alicantina, que ha competido en la Fórmula 3 Europea, en el campeonato americano Indy Lights y en la GP3 Series, ha tenido que sortear todo tipo de obstáculos en el automovilismo deportivo, considerado como “cosa de hombres”.

“He lidiado con gente muy machista, pero eso me ha curtido y me ha hecho más fuerte”

Hija del ex piloto José Miguel Jordá, Carmen pilotea desde 2001 y su objetivo siempre ha sido la Fórmula 1: “Unirse al equipo Lotus F1 es como un sueño hecho realidad”, señaló la joven. “He estado corriendo desde que tenía 10 años, por lo que mi sueño desde que era muy pequeña siempre ha sido pilotar un coche de Fórmula 1”.

Por lo pronto, ya participó en los primeros test en el circuito catalán de Montmeló con la escudería donde el asturiano Fernando Alonso se proclamó bicampeón del mundo. Carmen va sin pausa pero sin prisa y tiene claro que el clímax de su carrera llegará cuando se convierta en tercer piloto, algo que por ahora deberá esperar, ya que además debe contar con la superlicencia.

¿Sueño hecho realidad?

Por supuesto que sí. Estoy muy contenta porque llevo desde los 12 años corriendo, cuando inicié en el karting. He pasado por épocas felices y muy duras, pero no he dejado de luchar y aquí estoy. Todo el día lo he pasado dando entrevistas y sin ningún problema. Lotus es un gran equipo, que tiene mucha historia y títulos mundiales. Es una oportunidad muy importante para mi carrera y la voy a afrontar sin ningún complejo.

¿Cuál va a ser tu labor en Lotus?

Seré piloto de desarrollo y me voy a centrar en dos cosas básicamente. La primera: tendré que ir a todos los Grandes Premios para conocer todo lo que hace Lotus, saber lo que hace cada una de las personas y aprender la parte de ingeniería para saber lo que pasa con el coche. Y es que no tiene nada que ver con la GP3, por ejemplo, donde hay siete personas en un equipo, lo que es Lotus, que está compuesto por un equipo de 450. La segunda: el programa con el simulador para prepararnos cuando llegue el test, eso significa que es muy posible que tenga que irme a vivir a Enstone, Inglaterra. Lo más importante es ayudar y empujar para que el equipo esté adelante.

Además de los test, ¿hay posibilidades de subirte al coche y rodar previo a un gran premio, un viernes?

Como dices, primero los test y dependiendo de eso ya se verá si hacemos unos (entrenamientos) libres al final de la temporada.

¿Te ha costado mucho sacrificio llegar al “gran circo”?

Llevo haciendo pruebas desde diciembre, Lotus ha creído en mi capacidad pero sobre todo en las mujeres. Creo que hay un gran vacío y al mismo tiempo una gran oportunidad para las mujeres y debe llegar pronto. En otros deportes, como el tenis, las mujeres tienen sus propios torneos, pero en la Fórmula 1 debes de competir directamente con los hombres.

¿Cómo te ha tratado el mundo del automovilismo deportivo, considerado básicamente para hombres?

Ha sido muy difícil, siempre he tenido mil barreras, me ha tocado lidiar con gente muy machista, pero eso me ha curtido mucho y me ha hecho fuerte. Pero eso ya es parte del pasado y ya no me importa lo que digan de mí por ser mujer, ahora miro hacia delante. Por cierto, en Williams hay otra chica, Susie Wolff (hace dos años fue piloto de pruebas y este año reserva), y cuando la vi me dije: si ella lo hace yo también puedo, incluso hasta mejor.

¿Tienes amigos o conocidos en la F1?

Sí, muchos. Hay varios que vienen de la GP3, como Carlos Sainz Jr., Pastor Maldonado y Esteban Gutiérrez, que es mi amigo. Con Maldonado hablo mucho sobre los test y el desarrollo del coche, igual con Romain Grosjean, porque ellos son los que verdaderamente saben cómo va, porque son los que lo conducen finalmente en los Grandes Premios; aprendo mucho de ambos.

¿Cuándo se te ocurrió ser piloto de carreras?

Como sabes, mi padre (José Miguel Jordá) fue piloto. Entonces, un día encontró en casa un kart viejo y nos llevó a probarlo a mi hermana y a mí. Resulta que yo lo probé y ya no me pude bajar del kart. Le cogí tanto gusto y aquí estoy.

¿Cómo se lo tomaron tus padres?

Mi padre muy bien, somos dos hermanas, y yo era como el chico de la familia, le encantaba verme arribar del kart. Pero a mi madre, ¡uy!, no le gustó nada. Ya sabes, me decía que la velocidad es muy peligrosa, lo típico…

¿Quiénes son tus ídolos en la F1?

Desde muy pequeña siempre admiré a Ayrton Senna, aunque murió cuando yo era muy pequeña, mi padre siempre me contaba historias de él mientras veíamos sus carreras por televisión. El otro es Michael Schumacher, ambos serán siempre mis ídolos. Los mejores de la historia.

¿Te va a cambiar la vida el haber llegado al mundo de la F1?

La GP3 es parecida a la F1, me refiero a los constantes viajes. Pero nada comparable a esto, ya lo creo que me va a cambiar la vida, de hecho, ya me la está cambiando porque nunca imaginé dar tantas entrevistas en un día.

En la F1 se tiene el recuerdo de la fallecida María de Villota. ¿Te identificas con ella o eres muy diferente?

Lo de María fue una gran pérdida; en España se le recuerda mucho, de hecho, era mi mentora cuando yo era pequeña. María era una generación anterior a la mía, cuando yo estaba en fórmulas ella ya estaba corriendo en Fórmula 3. Su padre hacía unos cursos de test y pruebas y yo hice uno de ellos.

¿Qué velocidad alcanzarás en el Lotus?

Depende el circuito donde hagamos las pruebas; por ejemplo, en Monza, unos 350 kilómetros por hora.

¿A esta velocidad se llega a sentir miedo o es tanta la adrenalina que quieres más?

Eso es muy cierto, porque la adrenalina es como una droga, la necesitas para sentir que estás controlando el coche. Pero miedo no.

¿Cuál es el techo de Carmen Jordá?

Ahora mismo quiero ir paso a paso, centrarme en esta oportunidad que conseguí con Lotus. Ojalá estemos muchos años y si me va bien me gustaría llegar a ser el tercer piloto de la escudería. Ahora lo que me gustaría es llegar a ser la mejor piloto en el automovilismo.