Despuès de 17 días, culmina plantón de policías

SSP (13)Agueda Robles.

El paro de 17 días de plantón de elementos de la policía estatal en Oaxaca culminó anoche tras aceptar los uniformados el aumento salarial del 10 por ciento que ofreció la administración de Gabino Cué Monteagudo.

El 31 de enero más de 2 mil elementos de la corporación decidieron iniciar un paro de labores para exigir al gobierno el cumplimiento de la minuta firmada en septiembre de 2014.

Esa minuta garantizaba la entrega de uniformes, equipo así como mejoramiento de salario e infraestructura en el cuartel y las unidades regionales; sin embargo al no cumplirse decidieron atrincherarse.

El movimiento en un inicio parecía no contar con la fuerza suficiente para soportar más de una semana, pero las carencias y falta de capacidad de mandos para seguirlos, reforzaron la decisión de la tropa de seguir la lucha.

En tres días consiguieron que el entonces secretario de seguridad pública, Alberto Esteva Salinas renunciará; y aunque acéfala la corporación decidió mantenerse en su casa, el cuartel de Santa María Coyotepec.

Para el 4 de febrero ante la omisión del Gobierno para atender las demandas, y ante la insistencia de funcionarios de señalar como una minoría a los paristas, los elementos decidieron marchar de su cuartel al zócalo capitalino.

Fuertes rayos del sol azotaban esa tarde la capital del estado, pero eso no fue impedimento para qué cientos de policías tanto de tropa como administrativos marcharan y dieran a conocer a la ciudadanía que la demanda no era de unos cuantos.

Mostraron aquella tarde, las botas rotas, los cascos y chalecos en mal estado, las unidades sin llantas o carentes de servicio. Uno a uno, iban resaltando la miseria en la que se encontraban mientras la población desde sus unidades les pitaba, dándoles ánimo de seguir.

Llegaron al zócalo capitalino y frente a un palacio de Gobierno sin un gobernador en su interior dieron a conocer sus demandas, y aseguraron no realizarían actos de protesta que afectaran a la ciudadanía, se mantendrían así atrincherados.

Con pocos recursos económicos continuaron su lucha, mostraban a los medios de comunicación sus carencias, mientras desde el gobierno continuaban los boletines enmarcando que no eran la mayoría, que la seguridad estaba garantizada.

Justo a la mitad del tiempo que duro el paro, elementos de la Agencia Estatal de Investigación y policías en paro tuvieron un percance que aún no se aclara en su totalidad, por esta situación fueron detenidos 5 uniformados, llevados a Ciudad judicial.

Para defender a su tropa, los elementos sin pensar retuvieron a cuatro agentes de su corporación hermana. Un ambiente de tensión ya se olía en esos momentos; pero se destenso con el intercambio de rehenes.

Viernes 13 fue la fecha fatídica, cuerpos de elementos de la policía federal solicitados por el gobierno, para desalojar presuntamente a 350 policías rebeldes que mantenían tomadas instalaciones con armamento en su interior  fallaron.

Los federales fueron derrotados, pues no eran 350 sino más de mil 500 elementos los que se encontraban en su cuartel. Como resultado de esto siete federales fueron retenidos y golpeados; mientras que estos retuvieron a 5 uniformados.

La mañana de aquel viernes fue una jornada larga, pues llegaban más federales y los estatales en paro no declinaban. A medio día el dialogo entre corporaciones acordó entregar a los rehenes, que entre lágrimas regresaron con los suyos.

Entre tensión se pasó el fin de semana, y el lunes por la noche la administración estatal, lanzó un ultimátum “reincorporarse antes de las 14:00 horas”. El llamado fue en vano, los elementos siguieron su lucha convencidos de ser justa.

Llego el término y un elemento decidió en su desesperación amarrarse a un poste a media carretera, sus compañeros lo retiraron. Seguía para entonces sin saberse nada. Pero alrededor de las 21:00 horas se hacía oficial, aceptaron la propuesta de gobierno y regresaron a trabajar.

Será este miércoles cuando se entregue el cuartes y los días posteriores se decidirá sobre el pago de la quincena de los uniformados y las consecuencias que habrá en contra de los dirigentes y participantes.