El Distrito Federal desaparece, llega la Ciudad de México
El Senado aprueba la reforma que cambia el estatus de la metrópolis, y le otorga mayores poderes legislativos y ejecutivos
El Distrito Federal tiene los días contados. La fórmula administrativa que regía la megalópolis mexicana, un híbrido de competencias entremezcladas, va a ser sustituida por un diseño legislativo y ejecutivo mucho más parecido al de los estados que componen la república. La nueva entidad se llamará Ciudad de México, tendrá Constitución propia y será encabezada por un gobernador. Así lo aprobó anoche el Senado mexicano por 88 votos a favor y 27 en contra (principalmente panistas) culminando un proceso de 30 años de intentos frustrados.
La reforma, que ahora debe ser ratificada por la Cámara de Diputados, establece para junio de 2016 elecciones extraordinarias para crear una Asamblea Constituyente (100 legisladores, 60 de ellos refrendados en las urnas, el resto designados). Su objetivo primordial será redactar la nueva constitución antes del 31 de enero de 2017.
La reforma llegó acompañada de un largo debate. Tanto el PRI como el PRD (izquierda) la defendieron como un avance en la autonomía de la Ciudad de México y una mejora para su gestión. Los senadores del PAN (derecha) criticaron los recortes competenciales a la estructura municipal y calificaron de “simulación” los cambios.