El renacer de Guzmán, gran regreso al Tricolor

EXCELSIOR

El joven mediocampista del Pachuca anotó su primer gol con la Selección Mexicana en el estadio donde se lesionó

MONTERREY.

Víctor Guzmán tiene entre siete u ocho tatuajes, pero los más importantes son dos. Uno es el de su familia y el otro el de Dios, los dos factores a los que se abrazó cuando en enero de 2018 se lesionó de la rodilla en el Estadio Universitario de Nuevo León y tuvo que renunciar a ir a la Copa del Mundo, los mismos que lo impulsaron a anotar su primer gol con el Tricolor en el inmueble en que el que vio frustrado su sueño hace 10 meses.

Así es la vida, no conozco a nadie que haya tenido una vida color de rosa, siempre hay batallas, obstáculos. Así siempre ha sido mi vida. Gracias a Dios me dio un don muy fuerte, que es ser una persona aguerrida, eso me ha dado mucho. Afortunadamente estamos de regreso, cada vez mejor. La vida da revanchas y qué bonita revancha me dio contra Costa Rica”, comentó Víctor Guzmán, tras vencer a los ticos y colaborar con un tanto.

A Guzmán su papá le enseñó beisbol, pero a él le gustó el futbol. Probó en el Atlas y le dijeron que no por chaparrito, se fue a Chivas y surgió el rumor de que no lo querían por sus tatuajes. Lo contrató el Pachuca. Se hizo amigo de Rodolfo Pizarro que, cuando se fue a Chivas, Guzmán quiso su lugar. Convenció a Diego Alonso, su entonces técnico, de ser titular, y así llamó la atención de Juan Carlos Osorio, entonces técnico del Tri.