Exponen herencia integral en Guanajuato

1257401La muestra tiene como objetivo dar a conocer los avances de las investigaciones en los últimos años en ese estado del Bajío

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de julio.- Desde una pequeña meseta rodeada de desfiladeros, a unos 16 kilómetros al suroeste de San Miguel de Allende, los antiguos pobladores del actual estado de Guanajuato decidieron construir entre el año 450 y 1050 de nuestra era, un centro ceremonial que les sirvió para predecir el tiempo. El lugar denominado Cañada de la Virgen habría sido ocupado quizá por pueblos otomíes-hñahñu o nahuas, quienes edificaron la ciudad a partir de los cerros que la rodean.

En una de las estructuras de ese lugar, conocida como el Gran Cerro por su altura de 16 metros, los pobladores depositaron un importante enterramiento que los investigadores denominaron Entierro 13 o El Jerarca. Ellos creen que podría tratarse de un ancestro de alto linaje en la organización social de la antigua ciudad, por los lujosos atavíos con que fue encontrado.

Cañada de la Virgen ocupa unas 16 hectáreas y fue abierta al público en 2011. Junto con los sitios de El Cóporo, a unos 15 kilómetros al sur de Ocampo; de Plazuelas, muy cerca de de Pénjamo, y de Peralta, en Abasolo, representa parte del pasado prehispánico recuperado en la región y que, por primera vez, se expone de manera conjunta en Guanajuato. Arqueología revelada que estará abierta a partir de hoy en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato, de la ciudad de León.

La exposición, explica la arqueóloga Luz María Flores, “tiene como objetivo dar a conocer los avances de las investigaciones en los últimos años en el estado y promover la difusión para la visita publica a las zonas arqueológicas que están abiertas”. Pero la muestra, compuesta por más de 300 piezas distribuidas a lo largo de unos mil metros cuadrados, no sólo se ocupa de los cuatro sitios arqueológicos abiertos en el estado.

También incluye una introducción a la historia más antigua del estado revisada a través de la zona de Chupícuaro, cuyos vestigios localizados a siete kilómetros de Acámbaro quedaron sumergido por la presa De Solís, y de dos proyectos arqueológicos que se desarrollan actualmente con la intención de abrirlos en el futuro a la visita pública: el de Arroyo Seco, en Victoria, y el de Cerro de los Remedios, en Comonfort.

Cada uno de los siete nódulos que comprende la muestra habla de un sitio arqueológico, de su proceso de investigación, lo que se tiene como resultado de las investigaciones, los proyectos que se realizaron para su apertura y las últimas investigaciones que se han realizado en esos lugares. Cada uno de estos nódulos ha sido trabajado por los responsables de atender los sitios en los últimos años; estamos hablando de la historia prehispánica de Guanajuato y de la riqueza ancestral de la región”, dice Flores.

La muestra, que exhibe esculturas, cerámica, maquetas, ambientaciones, interactivos y proyecciones, ha sido organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Estatal de Cultura de Guanajuato y el Forum Cultural del estado. La exposición busca que el espectador descubra la riqueza arquitectónica prehispánica de las culturas que habitaron la región, los objetos que utilizaron y su vida cotidiana, así como los motivos políticos y religiosos que les guiaron.

La arqueóloga Flores, quien trabaja en Arroyo Seco, opina que el territorio que ocupa hoy Guanajuato resultaba muy atractivo para los antiguos pobladores: “Justamente había un medio natural exuberante, la zona tenía una riqueza en cuanto a los recursos agrícolas, acceso en cuanto a bancos de materiales, es muy posible que esa naturaleza contribuyera a que se asentaran ahí”.

Ya en el año 600 antes de nuestra era un valle en las márgenes del río Lerma conocido hoy como Chupícuaro fue elegido como asentamiento. Esa sociedad agrícola, que se distinguió por la producción de una gran variedad de objetos cerámicos con gran sentido estético, es uno de los testimonios más antiguos no sólo de Guanajuato, sino de toda la región de Mesoamérica, al grado que una figurilla femenina que representa la fertilidad fue elegida por el museo francés de Quai Branly como su distintivo.

Flores rehúye hablar de números a la hora de determinar el porcentaje de tesoros arqueológicos que aún falta por descubrir en Guanajuato, pero asegura: “Todavía hay mucho por trabajar, la exposición justamente termina con un trabajo que se está realizando en León en cuanto a la protección del patrimonio; al igual que en otros lugares tenemos serios problemas en cuanto a la protección y conservación de los sitios por el crecimiento urbano, obras de infraestructura, etcétera. Todavía hay mucho por trabajar y cada proyecto plantea nuevas interrogantes y perspectivas de investigación”.

Abren vía a declaratorias

A partir del miércoles pasado, el gobierno federal está obligado a publicar con anticipación los proyectos de decreto de las  declaratorias de zonas de monumentos arqueológicos, artísticos e históricos que pretenda realizar en el país, a fin de garantizar el derecho de audiencia. El 8 de julio el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el Decreto por el que se reforma el Reglamento de la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos que hacen efectiva esa garantía jurídica.

Las reformas incluidas, explica Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, “obligan al gobierno a publicar los proyectos de los decretos de declaratoria en el DOF y establecen los plazos, generosos, para que los ciudadanos digan lo que tengan que decir en su derecho”, a favor o en contra de una declaratoria.

La modificación a la Ley de Monumentos que garantiza el derecho de audiencia, fue realizada en 2014 por el Congreso de la Unión, pero requería la adecuación de Reglamento. La necesidad de la figura jurídica en la ley había impedido al gobierno llevar a cabo declaratorias. Ese fue el caso de la declaratoria como monumento artístico de la obra de la pintora María Izquierdo, que ante la falta del mecanismo, el INBA desistió apelar la resolución que otorgó un amparo a los dueños de la obra.

Las autoridades temían que se generara jurisprudencia al sumarse cuatro casos de inconstitucionalidad que finalmente se cumplieron y llevaron a determinar la necesidad de dar la garantía. “Habíamos tenido controversias legales con algunos propietarios de monumentos históricos o de inmuebles que no son históricos, pero que están ubicados dentro de las zonas de monumentos históricos señaladas”, dice Balandrano.