Falta conexión lectora, Ana María Machado

EXCELSIOR

La multipremiada autora brasileña de libros para niños encabezó en México el proyecto ‘Leamos a la par’, impulsado por la editorial Norma

CIUDAD DE MÉXICO.

“Mientras los maestros no tengan intimidad con los libros o no lean por gusto, las escuelas no podrán formar lectores”, dijo a Excélsior la escritora, pintora y promotora de la lectura Ana Maria Machado (Río de Janeiro, 1941), ganadora del prestigiado Premio Hans Christian Andersen (2000), autora de una centena de libros para niños y quien estuvo de visita en México hace unos días para encabezar el proyecto “Leamos a la par”.

Yo creo que los maestros no están leyendo y eso es desalentador. No sé cómo sea en México, pero en Brasil es cierto que los niños leen mucho más que las generaciones precedentes, porque los libros llegan a la escuela, pero eso dura hasta los nueve años, mientras los libros tienen poco texto, los maestros pueden hojearlos y saber de qué tratan”, reconoció la también autora de libros como El barbero y el coronel y La tortuga sabia y el mono entrometido.

Sin embargo, cuando esos niños alcanzan la adolescencia “lo que ellos quieren leer” no es lo que sus maestros les piden. “Ellos quieren Harry Potter y sus maestros les piden ir a los clásicos. Lo cierto es que muchas veces los maestros no leen libros contemporáneos de literatura infantil y juvenil, y entonces no tienen manera de conectar con esos niños… o quizá nunca han leído porque tampoco se formaron como lectores”.

Y mientras esto persista, los maestros no serán capaces de hablar sobre libros con los niños y “todo será más difícil, porque las escuelas tienen que reemplazar a las familias (como promotores de la lectura), y así el panorama es desalentador”.

¿Qué opina sobre las campañas de lectura? “Creo que muchas veces son útiles, pero son solamente campañas, no políticas continuas. Y las políticas de lectura deberían ser constantes”.

¿Confía en que un mundo con más lectores sería un lugar con menos guerras y pobreza? “Creo que sí. La condición del ser humano está ligada a lo que lee. Pero no creo que necesariamente la lectura pueda impedir las guerras. No sé si así funcionan las cosas. Sería necesario investigar eso de manera científica. Pero la historia nos muestra que países donde hay muchos lectores también hacen guerra.

El crítico George Steiner nos recuerda que el mismo país que dio a la humanidad la obra de Goethe, Bach, Beethoven … también fue el responsable por el Holocausto”.

FAMILIA Y AFECTO

Machado también explicó que un niño lector busca lo mismo que un adulto, sólo que lo hace sin conciencia. “Quizá los niños no se preguntan nada, pero buscan lo mismo sin tener conciencia de eso. Ellos quieren cuentos que les diviertan y que alimenten su imaginación, que los lleven a pensar en cosas distintas, a conocer otras situaciones, países, clases sociales, nuevas aventuras, otros tiempos y otros destinos. Y con eso pueden conocerse mejor a sí mismos, porque descubren algo similar en los personajes de sus lecturas y ahí encuentran al otro, al que es distinto de ellos, lo que les permite completar su experiencia. Me parece que los niños encuentran lo mismo que nosotros en la lectura, aunque conscientemente ellos sólo buscan diversión”.

También reflexionó sobre la relación entre niños lectores y tecnología. “Yo no soy educadora, sino una artista creadora, pero mi sensibilidad me pide que no sea demasiado apocalíptica. Yo creo que la especie humana hoy se alfabetiza mucho más temprano que antes y que los niños leen y escriben más que las generaciones anteriores… sólo que ambas cosas suceden en la pantalla”.

Como madre y abuela, añadió, “sólo diría que tengamos cuidado en no exagerar con el uso de iPad, ordenadores y teléfonos celulares. Porque es cierto que estos dispositivos pueden dar mucha información, pero nunca reemplazarán la afectividad, el amor y el calor de la familia”.

No hay que olvidar que un niño necesita intercambiar ideas alrededor de la mesa. “Debemos tener cuidado para que no se reemplace la vida verdadera entre personas y las relaciones interpersonales. De cualquier forma, dudo que la tecnología vaya a destruir nuestra especie. Eso no”.

Por último, la también autora de Se busca lobo destacó que, más allá de las políticas de Estado, el impulso de la escuela y la creación de bibliotecas, la mejor forma de crear lectores está en el acto cotidiano de un abuelo que lee a sus nietos para generar un vínculo entre lectura y afecto. “Eso lo tendrían que hacer los abuelos, el papá y la mamá, como un conjunto de relaciones afectivas. Porque cuando un adulto deja todo para dedicar un tiempo al niño y le habla de libros, es un instante para hablarle a su imaginación. Y ese momento de atención exclusiva es un acto importante para el niño, porque se siente el centro del universo y de todo ese afecto guardará para siempre el recuerdo ligado a la lectura”.

EL PROYECTO

En días pasados, Machado se sumó al proyecto “Leamos a la par”, una propuesta en la que participa con los libros Del tamaño justo y Eso no me lo quita nadie, dedicados a la educación primaria.

El primero es para niños de siete años, quienes están en la etapa de reconocer su propio cuerpo y su proceso de crecimiento de una manera consciente; y el segundo es una novela para adolescentes donde la protagonista aprende a manejar sus decisiones.

Leamos a la par” es un proyecto impulsado por la editorial Norma en América Latina, con el que se busca “la construcción de una sociedad más equitativa y justa”, dirigido a estudiantes de primaria y secundaria.

¿QUIÉN ES?
Ana Maria Machado fue presidenta de la Academia Brasileña de Letras (2011-2013) y es considerada una de las autoras más completas y versátiles de su país. Ha publicado diez novelas, once libros de ensayos y más de cien títulos para niños, con traducciones en veinte países. Su obra es muy bien recibida por los lectores, la cual alcanza ventas superiores a los 20 millones de ejemplares, y por la crítica, como prueban sus más de 40 premios. Entre otras distinciones tiene los premios Casa de las Américas, el Lifetime Achievement Award y el Machado de Assis. Tiene docenas de títulos publicados en castellano.