Fernando Pessoa, laguna de voces y espectros

EXCELSIOR

Compilan los textos creados por 50 heterónimos del autor luso en el libro Discusión en familia

CIUDAD DE MÉXICO.

Fernando Pessoa (1888-1935) utilizó al menos 50 nombres distintos para escribir y publicar toda suerte de tratados, ensayos, reflexiones, artículos, cuentos, novelas, poemas y todo tipo de textos fragmentados, pero lo hizo otorgando un estilo distinto a cada uno y creando así un universo complejo donde cada personaje tenía una historia personal y hasta una forma propia de escribir.

Ese terreno, que registra hasta cien personajes, fue investigado, compilado y traducido por primera vez en español en el libro Discusión en familia, al cuidado del traductor y compilador Mario Bojórquez, quien define este volumen como “un palimpsesto de almas”, donde presenta los ejercicios literarios de 50 heterónimos.

Porque más que seudónimos, Pessoa creó heterónimos, es decir, identidades literarias ficticias a las que atribuyó una biografía propia y un estilo particular.

Pessoa es un universo complejo y materialmente es un escritor en quien reconocemos la autoría de la obra de algunos nombres, ahora ya famosos, como Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos o Bernardo Soares”, explica Bojórquez en entrevista con Excélsior.

Se pueden mencionar, por ejemplo, al escritor Alberto Caeiro, nacido en Lisboa el 16 de abril de 1889 y fallecido en 1915 a causa de tuberculosis, escribió O guardador de rebahos, quien supuestamente fue maestro de Ricardo Reis, Álvaro de Campos, António Mora y del propio Pessoa.

O Alexander Search —conocido como César Seek— quien se hizo cargo de la obra en inglés de algunos heterónimos del autor portugués; así como Vicente Guedes, que fuera traductor, autor de cuentos, poemas, colaborador de la Empresa Íbis y primer autor del Libro del desasosiego.

Otro heterónimo creado por el autor portugués fue Joaquim Moura Costa, un poeta y traductor que colaboraba quincenalmente en la revista O Phósphoro, fundada por Pessoa; o Eduardo Lança, colaborador de la revista O Parlador.

También se incluyen textos de Íbis, quien dirige un proyecto editorial llamado Empresa Íbis; de Raphael Baldaya, mago esoterista y adversario del movimiento del rito teosófico mundial en su versión templaria en Portugal; de Horace James Faber, un especialista en detectives y literatura negra.

Otro más es Charles Robert Anton, un charadista y poeta sudafircano; y el Dr. Pancracio, señalado como el subdirector de la sección humorística de O Parlador.

Pero también está el famoso Ricardo Reis (Médico nacido en Oporto y autor de Odas, inmortalizado por José Saramago en su novela El año de la muerte de Ricardo Reis), o Gudencio Nabos (especialista en humor negro), y Carlos Otto (autor del Tratado de lucha libre); y María José (única mujer heterónima, que residía en Campo das cebolas), entre muchos más.

BOSQUE DE PERSONAJES

Con esta Discusión en familia, explica el traductor, “los lectores mexicanos pueden tener una aproximación completa al extendido y aún inacabado mapa del bosque de más de 50 heterónimos, subheterónimos, semiheterónimos, pseudónimos y personajes de Fernando Pessoa con al menos un texto conocido.

Pero también se incluyen algunos enterónimos, es decir, “esos entes o entidades espirituales que, a través de un ejercicio de psicografía lograron comunicación mediúmnica espiritista con el autor. “Así que tenemos en este libro fragmentos de esas comunicaciones esotéricas, a esos entes que no son personas, sino apenas fantasmas verbales, manifestaciones de la psique, apariencias del inconsciente”.

Sin embargo, Bojórquez reconoce que esta compilación no lo contiene todo, “porque podríamos seguir encontrando a más gente con texto y con nombre; hay muchos más nombres y es un tema casi infinito dentro de los 27 mil documentos que existen en el Archivo Nacional de la Biblioteca Nacional de Lisboa. Pero lo que sí podemos decir es que ésta es una discusión de familia dentro de un sólo hombre, un hombre múltiple, un hombre multitudinario”.

Para el también poeta, leer a Pessoa y a sus autores significa penetrar en un universo creado por una mente de inquietantes facultades espirituales y de una imaginación poderosa cuyas ramificaciones encuentran líneas de fuga y coincidencias estremecedoras con nuestra vida real.

Leer a Pessoa, a sus amigos y conocidos inexistentes es leer nuestra propia vida, es el asombroso retrato inequívoco de nuestra propia soledad en compañía”.

Cabe señalar que la tradición de la heteronimia en español puede ser ubicada en la voz fingida femenina de las jarchas mozárabes o las cantigas galaico-portuguesas, pero también en poetas como Álvaro Mutis, José Emilio Pacheco, Francisco Cervantes o Juan Gelman, señalados como los más altos representantes del ejercicio heteronímico en la poesía.

Por último, Mario Bojórquez reconoce que cada tanto tiempo aparecen nuevas compilaciones que agregan una nueva interpretación, orden, atribución o revelación de nuevos autores del universo pessoano.

Sin embargo, recordó que Octavio Paz fue quien dio a conocer a los lectores mexicanos, en 1962, la primera antología del poeta luso en una edición de la UNAM. Le siguió otra del también poeta Francisco Cervantes con Oda Marítima, en la colección Finisterre, que desembocó en la antología Drama en Gente publicada por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Y luego vendrían las traducciones del poeta Miguel Ángel Flores, con la editorial Verdehalago, y recientemente con Eduardo Langagne, quien publicó 35 Sonetos ingleses. “Y aunque han aparecido otros trabajos sobre Pessoa y sus heterónimos, estos libros son los que han marcado un precedente en el conocimiento de su obra”, concluyó.