Patricia Castellanos

A pesar de ser una fiesta de origen anglosajón, el “Halloween”  o también conocido como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, México la ha apropiado como suya, por lo que cada año las tiendas se abarrotan de trajes y disfraces que rápidamente son adquiridos por las personas para hacerse participe de esta celebración.

Cabe destacar que el “Halloween” es una fiesta de origen celta que se celebra en la noche del 31 de octubre, sobre todo en países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, y, en menor medida en algunos países de Latinoamérica, sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre.

El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado, así mismo, las actividades típicas de esta celebración son los recorridos infantiles donde los infantes se disfrazan de brujas, monstruos y diversos personajes, pidiendo obsequios en las diferentes casas que visitan, los obsequios que pueden ser dulces o frutas de temporada.

En este contexto, los niños expresan la consigna “truco o trato”, por lo que los anfitriones de cada familia en el hogar deben corresponder con regalos, de lo contrario los pequeños realizan alguna travesura en este lugar.

Dicha fiesta, ha hecho que la mercadotecnia la acapare, por lo que las tiendas abarrotan con máscaras, trajes y disfraces sus locales, así mismo los precios se disparan, los disfraces pueden adquirirse desde los 200 pesos hasta los mil o dos mil pesos.

Oaxaca no es la excepción, por lo que en estas fechas se pueden observar las tiendas llenas de estos artículos, donde los pobladores llegan a adquirirlos sin premura.