Historia de la Sandunga

‘’’La Sandunga’’’ o también conocida como ‘’’La Zandunga’’’ es un son tradicional mexicano del istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Se han escrito diversos versos de este son tanto en español como en zapoteco y náhuatl aunque los más conocidos son de la autoría del compositor oaxaqueño Máximo Ramón Ortiz, la palabra sandunga es una voz zapoteca que en español se traduce como: esa música honda y profunda.

Cuentan que al ver muerta a su madre, Máximo Ramón Ortiz se arrojó ante el lecho donde se encontraba el cadáver de su madre y rompió en lamentos de dolor. Al estilo de esa región del Istmo exclamó: “!Ay mamá!… Ay por Dios!… Porqué no pediste al Altísimo que te conservara unas horas más, para que te hubiese visto viva por última vez?… ¡Ay, mamá por Dios!”. Con su capacidad creativa y sus conocimientos musicales, concibió entonces lo que fue el inicio de una inmortal composición que entonces no tenía titulo “La Sandunga”, tanto en su letra como en la melodía.

Ante noche fui a tu casa, Tres golpes le di al candado Tú no sirves para amores, Tienes el sueño pesado. ¡Ay! Sandunga, Sandunga Mamá por Dios. Sandunga, no seas ingrata. Mamá de mi corazón.

Me ofreciste acompañarme Desde la iglesia a mi choza, Pero como no llegaste Tuve que venirme solo. A orillas del Papaloapan Me estaba bañando ayer, Pasaste por las orillas Y no me quisiste ver. Estaban dos tortolitas. Arrullándose en su nido, Y por más luchas que te hice Te hiciste desentendida.

¡Ay! Sandunga sí, ¡Ay! Sandunga no, ¡Ay! Sandunga del otro lado Donde quiera que pego un brinco yo, Yo siempre caigo parado Mosquito no mortifiques, Con tus cantos mal sonantes, Si me cantas no me piques Si me picas no me cantes.

Autor: Máximo Ramón Ortiz