La consigna

expresioninformativa Por Alberto Unda

 

La última semana del año fue marco de varios sucesos que demuestran que el jaloneo por la sucesión gubernamental está muy adelantado y que el proceso será álgido y muy desgastante.

De todos los sucesos ocurridos, debo comentar dos porque demuestran el nivel a que llega la perversión, cuando se trata de eliminar o sacar del camino a quienes son potenciales competidores en la carrera en pos de la candidatura a la gubernatura del estado.

Lo que comenzó como una broma, un comentario intimo en el Facebook de parte de Heliodoro Díaz Escárraga, se convirtió en horas, en un tema abordado por medios de comunicación  nacionales, que lo ubico en un escenario delicado que incluso, le costó la chamba a él y a su hijo del mismo nombre.

Todo mundo,  lo juzgó sin pruebas sobre la adquisición de un automóvil porche color amarillo taxi, cuyo precio ronda, sí es nuevo, sobre el orden de un millón 200 mil pesos.

Y digo que a Díaz Escárraga lo juzgaron sin pruebas, porque sus críticos dieron por hecho que sí era un regalo que el papá le hizo a su hijo, tomando como única base el comentario que él publicó en su cuenta de Facebook.

De tal magnitud es a veces la influencia de las redes sociales en los medios de comunicación y de los medios en la sociedad.

El ingreso del hijo es de casi 100 mil pesos mensuales, es soltero, sin mayores gastos y los de su padre en su momento eran superiores a los 130 mil pesos, entonces bien puede tener la solvencia para comprar cualquier vehículo.

Sin embargo, en una sociedad crispada y desesperada, el éxito de algunos puede ser la mayor ofensa.

Esta realidad es la que manipuló quien desde lo obscurito, filtró el ingenuo comentario de Heliodoro Díaz, al diario Reforma (proclive a magnificar lo que hace cualquier priista) y a partir de ahí, se soltaron los demonios.

La  mano que meció la cuna y que hizo llegar a ese medio informativo el desbarre en redes, pertenece a uno de los suspirantes a la gubernatura del estado y quien funge como director general de una empresa del Estado Mexicano, y que vende leche subsidiada.

Se trata además de un personaje, estrechamente ligado al ex gobernador Ulises Ruiz, principal detractor de Heliodoro Díaz en los últimos meses.

Esta estrategia de utilizar desde el anonimato a los medios para golpear, denostar y calumniar a los adversarios, ha sido y será la favorita de este grupo encabezado por el propio Ruiz Ortiz.

 

Y como prueba un segundo botón:

 

Amparados en el principio maquiavélico  de “difama que algo queda”, el pasado 28 de diciembre, “Día de los Inocentes”, los integrantes de este grupo que también cuenta entre sus filas a Eviel Pérez Magaña, se ensañaron como cada semana lo hacen en forma recurrente, contra el presidente municipal de la ciudad de Oaxaca.

Perversamente lo acusaron de “vacacionar” en Cancún con toda su familia, en días en que el alcalde como lo vio medio mundo, él estuvo trabajando, presidiendo entre otras cosas, junto con el Gobernador, Gabino Cué Monteagudo, la tradicional “noche de rábanos”.

Lo malo, no es que el munícipe salga a vacacionar como cualquier ciudadano, lo perverso es inventar que rentó una mansión para tal fin.

Felipe Martínez López, es tonto o se hace, pretende ignorar que por los servicios que prestan los hoteles en cualquier parte del mundo, expiden facturas, que permiten comprobar el gasto que hace un vacacionista, cuánto paga y cuanto tiempo permanece en el lugar.

Para él es muy fácil mentir y asegurar que el alcalde oaxaqueño, se fue más de 15 días a Cancún, pero le fallaron las cuentas, porque de acuerdo a su dicho, el periodo fue entre el 20 y 30 de diciembre, cuando miles de personas, vieron como ya se dijo líneas arriba a Villacaña Jiménez, acompañar al Gobernador Gabino Cué en la celebración de la noche de rábanos.

Para más señas, se puede orientar a Felipe Martínez López, con un hecho simple:  el alcalde se fue de vacaciones del 24 al 28 de diciembre y el testimonio de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos que se reunieron con el munícipe en sus oficinas de palacio los días 29, 30 incluso medio día del 31 de diciembre, puede dar cuenta de ello.

Felipe Martínez López, autor de una columna que firma con el seudónimo de René Pérez, quien denigra el oficio periodístico al atreverse a publicar en el portal Oaxaca Político del cual es dueño Ulises Ruiz Ortiz, un foto-montaje de una casa ubicada en Santa María Huatulco, trató de engañar a sus lectores, porque dijo que esa casa está ubicada en Cancún.

Lo más  grave del caso es que Felipe,  espía  las cuentas de las redes sociales de la familia del propio presidente municipal de la capital del estado, para obtener información y con ella seguir denostándolo, y llegó incluso al plagio y  robo de varias fotos del Facebook de una sobrina del Alcalde oaxaqueño.

Ese robo lo utilizó Felipe Martínez López para tratar de hacer válidas sus mentiras, pues en dicha foto se ve una reunión familiar ocurrida en un hotel y que Felipe Martínez López pretendió hacer pasar por otra cosa, llegando al extremo perverso de asegurar –sin pruebas—que los costos de dicha celebración, se cargaron a la cuenta del erario municipal, lo cual es  verdaderamente absurdo

Todo esto revela la angustia y preocupación de URO y su grupito, por el crecimiento político del alcalde oaxaqueño.

Cuentan con el resultado de encuestas realizadas por diversas empresas, donde el único que tiene una presencia real y en crecimiento, es una presencia no inventada, ni comprada, dichas encuestas favorecen al Presidente Municipal de la capital del estado y eso les provoca un pánico incontrolable, ahí la raíz de todos sus ataques.

Si de verdad, Felipe Martínez López. Alias René Pérez, fuera un periodista comprometido con la verdad, la moral y las buenas costumbres como quiere aparentar, debería primero explicar –a ver síle creemos—de dónde obtuvo los 10 millones de pesos para pagar su casa de la Colonia Reforma, al hacerlo, tal vez empezaría a tener credibilidad.

Tendría también que  decirnos por qué no cuestiona los excesos que URO cometió durante su sexenio y que los oaxaqueños fueron obligados a pagar  vía sus impuestos, así como la sarta de atracos que cometió el de Chalcatongo, y que entre otras cosas, lo llevaron a perder la gubernatura del estado.

Esta es la hora que Felipe Martínez López, no comenta el descarado robo  que URO y su banda cometió para apropiarse  257 hectáreas de terreno ubicadas en el Paraje Secreto de Copalita en la costa oaxaqueña.

Para consumar la apropiación, utilizaron los libros y registro de un notario ya fallecido y quien supuestamente dio fe de la operación de compra-venta y tiempo más tarde, para no dejar huellas que pudieran descubrir ese hecho, se robaron del Registro Público de la Propiedad, los libros notariales.

Al ahora columnista también se le ha olvidado “denunciar” los mil 200 millones de pesos que le descubrieron las autoridades,  a Miguel Ángel Ortega Habib, flamante secretario de Finanzas en la gestión de Ruiz Ortiz y todos nos enteramos, de los miles de millones de pesos que “aparecieron” tiempo después en la cuenta personal de una hermana y un sobrino de MAO.

Tampoco dice nada de la mansión que Ulises Ruiz Ortiz, utiliza en Quintana Roo, cada que se aparece por las tierras de ese paradisíaco lugar a “cumplir” sus funciones, como delegado especial del CEN del PRI.

Para deleite de los lectores,  presentamos algunas fotos de la residencia que URO, disfruta en cada viaje, donde por supuesto, las bebidas y las mujeres con faldas cortas o pantalones entallados, no pueden faltar.

Felipe Martínez López, alias René Pérez, es un tipo supuestamente honrado y muy  moral, por eso no hace mención en sus escritos de las extorsiones, que ejerce por medio de su esbirro Arturo Soriano, quien es el encargado de “vender” protección a ciertos funcionarios, tal como lo hacían con Netzahualcóyotl Salvatierra cuando este era, titular de SINFRA, a quien exigían 50 millones de pesos en obra pública para dejarlo de molestar, injuriar y difamar en la columna que Felipe publica cada domingo,

Lo mismo hacen con autoridades municipales a quienes les pasan la charola reclamando la asignación de obras, y a cambio ofrecen dejar de denostar y mentir sobre la vida y obra de quien agarran de encargo.

Felipe Martínez López ahora sufre amnesia por eso no se acuerda de los 80 mil pesos que recibía como “asesor” en la LXI Legislatura del estado de Oaxaca, así como otros miles de pesos, cuando cobraba en la nómina de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca y del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la propia universidad, donde le pagaban como investigador, cuando en realidad era un “aviador”, o lo que es lo mismo cobraba sin trabajar.

Se advierte que Felipe Martínez López seguirá injuriado, difamando y mintiendo para acatar las  consignas que recibe, aunque en ello pierda toda seriedad, porque credibilidad nunca ha tenido .