La feria de ZONAMACO mantiene las ventas y el interés; cierra edición 16

EXCELSIOR

La feria de arte contemporáneo concluyó ayer sus cinco días de actividades


CIUDAD DE MÉXICO.

ZONAMACO, la feria de arte contemporáneo más importantes de América Latina, llegó ayer a su fin con la visita de miles de asistentes que contemplaron las obras artísticas instaladas desde la tarde del 6 de febrero. Los organizadores comentaron que las ventas se mantuvieron, aunque no detallaron cifras.

Durante el último día de actividades se presentaron conferencistas internacionales, y diversas actividades paralelas.

Por ejemplo, la española Inés Cobo impartió la conferencia El Museo del Prado visto por los artistas españoles contemporáneos, en la cual destacó la “estrecha relación entre el arte actual y el del pasado, a través de la obra gráfica y la fotografía”.

180 galerías exhibieron obra de sus mejores artistas

Por otra parte, Fernando Corona habló sobre el Archivo Histórico del Banco Nacional de México y lo que ha significado para las instituciones bancarias del país, pues “su bóveda ha sido testigo del paso de generaciones y actualmente custodia y difunde la riqueza cultural que permanece al interior de sus muros”.

Incluso, en una conversación entre Juan Garaizabal, Marie Therese Arango y Sofía Sáenz de Santa María, se dialogó sobre la capacidad transformadora del arte público y el papel que en él puede jugar el arte popular.

En París hay un francés cuya casa se ha convertido en un museo dedicado al Día de Muertos. Él se enamoró de México y lo que queremos es que los mexicanos también se enamoren. México es un país más grande que sus problemas”, expuso Arango.

Además, adelantó que el próximo 7 de abril se realizará en Francia un desfile de alebrijes, ya que el pueblo galo desea admirar estas obras artesanales mexicanas.

ZONAMACO abrió a las 12:00 horas con la oferta de  180 galerías procedentes de 22 naciones de Europa, Asia y América.

Se pudo admirar pinturas de Pablo Picasso, Damien Hirst, cuatro óleos del austriaco Hermann Nitsch, una instalación del estadunidense Ryan Brown, vigilada por perros de tela, y esculturas y pinturas del colombiano Fernando Botero; así como diversas obras del mexicano Francisco Toledo.

Esta edición revisó el regreso del performance, en diálogo con otras disciplinas.