Mercado negro de balas; tráfico de cartuchos

EXCELSIOR

Tres muertes por balas perdidas han sido con .9 milímetros; calibre que venden los policías

CIUDAD DE MÉXICO.

Las balas perdidas que mataron a Hendrik Cuacuas, de 10 años el 2 de noviembre de 2012 en una sala de cine de una plaza de Iztapalapa; a una bebé de siete meses el pasado 19 de marzo, y a Aideé Mendoza, estudiante del CCH Oriente el pasado 29 de abril, cuando tomaba una clase de matemáticas, tienen algo en común: las tres fueron calibre .9 milímetros.

No parece una casualidad. El crimen usa armas de ese calibre, reservado al ejército y la policía, debido a que existe un potente mercado negro.

Los grupos delictivos o delincuentes pueden adquirir por miles estas municiones en el negocio impulsado por autoridades, responsables de armamento y stands de tiro de corporaciones oficiales.

El propio secretario de Seguridad Ciudadana aceptó que los agentes pagan sobornos para evitar acudir a las prácticas de tiro (Excélsior, 6/V/19). Es ahí donde surgen excedentes de municiones.

Los policías que sobornan para no hacer las prácticas de armamento deben “regalar” a instructores o responsables del campo de tiro las alrededor de 12 balas calibre .9 milímetros que se les entregan. Con ello refuerzan el reporte de asistencia en su supuesto adiestramiento.

“Además de pagar por no asistir y con ello, pasar lista, los elementos regalan su dotación de balas; todo esto queda justificado en un pase de lista, donde además se entregan cartuchos percutidos que ya han sido reciclados por varias ocasiones.

“Es una regla que si fue reportada la presencia del elemento al stand de tiro se pide como prueba los casquillos percutidos, los cuales ya están preparados con anterioridad”, revelaron mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que pidieron no ser identificados.

Una caja nueva de cartuchos calibre .9 milímetros tiene 50 balas, la cual tiene un precio en el mercado negro de 500 pesos, esto quiere decir que una sola bala, con la que una persona puede ser asesinada, tiene un costo en la clandestinidad de diez pesos, revelaron las fuentes consultadas.

Para que el negocio de venta clandestina de balas sea rentable, las municiones son vendidas por “paquete”, cada uno de los cuales está integrado por 20 cajas de balas.

A cada uno de los tres stands de tiro que tiene la SSC deberían acudir diario grupos de una decena de elementos a su práctica.

“Quienes son los encargados de comercializar esas balas no tienen intermediarios, las venden directamente con delincuentes y son principalmente llevadas a tres puntos: Tepito, el Estado de México y Michoacán”, aseguró un elemento policial que ha revisado los listados del stand de tiro de la SSC.

La secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, reconoció ayer que al igual que  sucede con las armas, en la capital debe existir un mercado negro de cartuchos.

“Debe haber, así como hay un mercado de armas en la ciudad; eso es innegable”, dijo en entrevista durante la jornada del programa Sí al desarme, sí a la paz.

Excélsior publicó (14/III/18) que el mercado negro de las armas en la Ciudad de México permite adquirir en 30 mil pesos un rifle de asalto.

“Ésta te la doy en 30 mil, ésta es la que ya traen los policías, entonces realmente es un arma muy buena, es 9 milímetros, tiene el poder de fuego impresionante, es muy efectiva, además es muy precisa”, dijo en su momento un vendedor en una armería clandestina que fue visitada por este diario sin poder conocer su ubicación.

POR NO HACER PRÁCTICAS

Las municiones que no son utilizadas en las capacitaciones de tiro terminan en manos de la delincuencia en Tepito, el Edomex y Michoacán.

Los agentes pagan sobornos para evitar acudir a las prácticas de tiro a cambio de una “cuota”. Luego “regalan” a instructores o responsables del campo de tiro las 12 balas no usadas.

Para comprobar que supuestamente participaron el adiestramiento y percutieron sus balas, entregan cartuchos reciclados.

Las balas que en realidad no se usaron se venden en el mercado negro por “paquete”, cada uno de los cuales está integrado por 20 cajas con 50 cartuchos útiles cada una.

VAN 743,870 CARTUCHOS ENTREGADOS

Del 21 de enero al 10 de mayo de este año han sido entregados 743 mil 870 cartuchos de diversos calibres en toda la ciudad y dos mil 805 armas dentro del programa Sí al desarme, sí a la paz.

La secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, dijo ayer durante un canje de armas realizado en Iztapalapa que este programa voluntario es una de las estrategias preventivas que se ha puesto a disposición de toda la ciudadanía para reducir el número de armas en la calle.

En tanto, agentes de la Policía Federal desplegados en Nuevo León ubicaron, en una empresa de mensajería, un paquete que contenía 300 cartuchos útiles con destino a la Ciudad de México.

Lo anterior se llevó a cabo en una empresa de mensajería ubicada en San Pedro Garza García.

Al abrir el empaque se localizaron seis cajas de cartón, cada una con 50 cartuchos útiles calibre .22, los cuales procedían de Monterrey y tenían como destino la alcaldía Cuauhtémoc.