NASA ‘conquistará’ otra vez El Pinacate

EXCELSIOR

Hace 48 años, la tripulación de dicha agencia  entrenó en esta zona para su posterior viaje a la Lunal

PUERTO PEÑASCO, Son.

La Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, al noroeste de Sonora, guarda escenarios de otro planeta, por lo que una vez más, la NASA buscará realizar entrenamientos de su personal en estas tierras.

A esta área natural protegida, rica en biodiversidad, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) envío en febrero de 1970 a la tripulación suplente y titular de la Misión Apolo 14 a realizar un entrenamiento intensivo para su posterior viaje a la Luna, debido a los escenarios tan parecidos que los astronautas iban a encontrar en dicho satélite.

Después de 48 años de este histórico acontecimiento, la Agencia Espacial Mexicana (AEM) se encuentra en pláticas con la Conanp, el gobierno de Sonora, la Unison y organizaciones de la sociedad civil, con el fin de ampliar el Centro de Visitantes y Museo de la Reserva de la Biosfera con una muestra del Programa Apolo, que deje constancia de la cooperación entre México y Estados Unidos en el ámbito espacial desde sus inicios.

Además, personal de la NASA visitó El Pinacate y Gran Desierto de Altar para que muy pronto sus tripulaciones de exploración regresen a México a prepararse para futuras misiones.

En una visita realizada con personal de la NASA durante 2017 se definió que la Reserva conserva las particularidades para ser sitio de entrenamiento para tripulaciones de exploración planetaria, léase la Luna y Marte, que son los cuerpos más propicios para su exploración y demás actividades, tanto robóticas como humanas para establecer bases permanentes o semipermanentes”, dio a conocer la AEM.

En una tarjeta informativa entregada a Excélsior agregó que todavía falta definir fechas, personal y sitios que se utilizarán para estas prácticas espaciales en esta reserva  como de otro planeta.

Este lugar posee dunas móviles que bailan al compás del viento o a decir de los Tohono O´Odham —tribu ancestral que vive en México y EU—, montañas de arena que se agitan con el aliento de sus ancestros.

Al fondo, el escudo volcánico, flujos de lava y conos de ceniza formados hace millones de años, así como diez impresionantes cráteres gigantes tipo Maar.

 

LA RESERVA

  • La reserva fue nombrada en 2013 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
  • “Los cráteres se formaron por una reacción freato-magmática, en la que el magma se juntó con el agua subterránea, y es como cuando pones a hervir agua, se empieza a generar vapor y llega un punto en el que éste no cabe abajo de la tierra y explota formando los cráteres”, explicó Karen Salguero, educadora ambiental del centro de visitantes Schuk Toak.