Ninguna historia vale la vida de un ser humano

EXCELSIOR

‘Los colores de las calles que a uno le hacían sentirse en casa estaban desapareciendo y recordándonos constantemente que los monstruos no se encuentran en reconfortantes cuentos’

La violencia se expandió y aún sigue, en lo que va del 2019, de enero a julio, se han cometido un mil 201 homicidios; en 2018 se cometieron 2 mil 640 y se convirtió en la ciudad más violenta.”, refirió Millán.

 

Con el apoyo de fotográfico de Guillermo Arias y Jorge Dueñas, Omar narra con datos duros el crimen y entrevista a las personas que viven directamente la situación, especialmente, familiares de las víctimas de esta “guerra”

CIUDAD DE MÉXICO.

“Los colores de las calles que a uno le hacían sentirse en casa estaban desapareciendo y recordándonos constantemente que los monstruos no se encuentran en reconfortantes cuentos, que las peores cosas las realizan personas a quienes nadie distinguiría en una muchedumbre”. Así es Tijuana en el 2008. Son las palabras con las que Omar Millán comienza su libro Viajes al Este de la Ciudad. Una crónica de la guerra contra el narco en Tijuana.

Con formación académica en Lengua y Literatura y amplio gusto por el oficio periodístico, Millán recorría las calles de Tijuana en su automóvil para documentar, como otros reporteros y fotógrafos, los cadáveres que grupos criminales dejaban tras enfrentamientos, ajustes de cuentas o avisos para grupos rivales. Eran los momentos en que el ex presidente Felipe Calderón había declarado la guerra contra el narcotráfico.

Aunque yo iba hacia esos sitios movido no por el morbo de ver un cadáver, sino porque quería ver en el paisaje la maldad que había ocasionado esa muerte. La gente solía decir: ‘Todo pasó en un instante’. Pero yo sabía que no era así. Hay cosas que suceden en el tiempo de los distraídos y otras que, por su impacto o por la cercanía con la víctima, siguen ocurriendo a pesar de todo”, escribió. El libro lo trabajó entre 2008 y 2013 cuando era corresponsal de la agencia Associated Press.La obra nace de la información que archivó en sus notas, de aquella que no tenía cabida en los reportajes que entregaba para su medio.Son crónicas de la guerra contra el narcotráfico, la violencia que había aumentado en las calles de Tijuana, los tiroteos en sitios públicos, historias de muerte cotidiana que no sólo sucedió en esa ciudad, sino que permeó a todo el país.

Con el apoyo de fotográfico de Guillermo Arias y Jorge Dueñas, Omar narra con datos duros el crimen y entrevista a las personas que viven directamente la situación, especialmente, familiares de las víctimas de esta “guerra”, “cómo cambió la sociedad y lo que sufrieron los tijuanenses, lo que empezó en Guerrero o Michoacán continuó a Tijuana. La violencia se expandió y aún sigue, en lo que va del 2019, de enero a julio, se han cometido un mil 201 homicidios; en 2018 se cometieron 2 mil 640 y se convirtió en la ciudad más violenta.”, refirió Millán.

Gráfico con la ubicación de Tijuana en el planeta

 

Para el tijuanense egresado de la Universidad Autónoma de Baja California, al escribirlo el miedo estaba ahí: “sin saberlo o quererlo nos convertimos en corresponsales de guerra en un lugar en donde también los hijos van a la escuela y hay convivencia familiar, el incremento desmedido de homicidios daba lugar a que en cualquier momento me metieran un balazo”.

Pero la esperanza de cambiar las cosas, de ya no normalizar más la violencia ni ser indiferente a ella lo impulso a seguir trabajando. Actualmente continúa con su trabajo como docente y colaboraciones Freelanceen Gatopardo y Los Angeles Times.

En Viajes al Este de la Ciudad. Una crónica de la guerra contra el narco en Tijuana desfilan la quinceañera asesinada por error. La expresión “estaba en el lugar equivocado” se hace presente en la guerra contra el narco y lo que los tijuanenses, entrevistados por Millán, desean es nunca estar en el sitio donde llueven las balas y se dan los enfrentamientos.

El libro también nos cuenta el surgimiento de un nuevo verbo: pozolear: “desintegrar en sosa cáustica cuerpos de personas asesinadas que eran llevadas por integrantes de células ligadas a cárteles de la droga”. Tijuana, como dice una de las entrevistadas, “se autodestruía con su obsesión por la violencia”.

Omar Millán siempre recuerda las palabras de sus editores: “Ninguna historia vale la vida de un ser humano”.