Parto prematuro: factores de riesgo

Los partos prematuros, aquellos que se producen antes de la semana 37 de gestación, han aumentado notablemente en la última década. Aunque sólo representan un 10 por ciento de los nacimientos, la tasa de mortalidad es elevada, así como las complicaciones que puede suponer para el bebé nacer antes de tiempo.

Muchas parejas creen que el parto prematuro es sólo cuestión de suerte (o de mala suerte), que simplemente “toca”. Si bien es cierto que no siempre se puede evitar un parto prematuro, existen factores de riesgo que conociéndolos se pueden tomar las medidas necesarias para disminuir las probabilidades de sufrirlo.

En un post anterior hemos hablado de las señales de alarma del parto prematuro. Ahora nos ocuparemos de los factores de riesgo relacionados al parto prematuro, la mayoría improbables de evitar, pero también de qué puede hacer la futura mamá para evitar, o al menos minimizar, los riesgos de un nacimiento antes de término.

Factores de riesgo de parto prematuro
Hay ciertas situaciones que aumentan el riesgo de que el embarazo no llegue a término, como por ejemplo:

Preeclampsia: es un trastorno de la gestación que se desarrolla en la segunda mitad del embarazo caracterizado por un aumento de la presión sanguínea.

Enfermedades de la madre: enfermedades renales, diabetes, enfermedades cardiacas o infecciones.