Pedro Salmerón Sanginés defiende uso del juarismo

EXCELSIOR

El historiador reedita Juárez. La rebelión interminable y considera correcto abanderar el gobierno con la figura del Benemérito

CIUDAD DE MÉXICO.

El hecho de que el actual Presidente de la República use la imagen de Benito Juárez no sólo es correcto sino que sirve para invitar a que se lea y se conozca más al Benemérito de la Patria, afirma el historiador Pedro Salmerón, titular del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), quien prepara un ambicioso plan para difundir la historia, y autor de Juárez. La rebelión interminable, biografía publicada en 2007 y hoy reeditada.

A Juárez hay que leerlo, porque nos vamos con los argumentos históricos, pero sin leer lo que él mismo dijo, y así no puedes comprenderlo. ¡Hay que leer a Juárez!”, expresa en entrevista con Excélsior.

Para eso ya prepara un ambicioso proyecto que incluye la publicación de 50 libros ilustrados. “Nos interesa la divulgación de la historia para niños y jóvenes, y puedo adelantarte que estamos diseñando 50 libros en formato de cómic que serán de altísimo tiraje, realizados por los mejores guionistas e ilustradores de México y la mejor asesoría histórica posible. Será un proyecto de largo aliento que empezará a circular en 2020 y ahí vamos a incidir directamente en el público”, apunta.

¿Qué opina de que circule más un billete de 500 pesos con la imagen de Juárez que un libro de historia que hable sobre él?, se le inquiere. “Tampoco creo que una imagen ahí represente gran cosa; lo que tienen que circular son las ideas, pero se van a hacer muchas cosas para impulsar el conocimiento histórico”.

¿Qué opina del uso que se hace de la imagen de Juárez por parte del Presidente? “A mí me parece correcto. Hasta hoy lo ha sido, porque se usa a Juárez en el sentido de lo que simboliza: la defensa de los valores republicanos y de la soberanía nacional. Así que es correcto”.

¿Somos gobernados con una guía juarista? “Es un nuevo gobierno. Ni juarista ni porfirista. Es juarista el Presidente, en el sentido de que reivindica lo que simboliza Juárez: republicano, de la austeridad, la soberanía, pero este es un nuevo periodo”.

¿Aunque antes se usó a Francisco I. Madero? “Intentaron usar a Madero, pero nunca lo hicieron correctamente, no sólo porque no tomaron en cuenta las ideas, sino porque no las aprovecharon. (Vicente) Fox y (Felipe) Calderón no sabían de historia y (Enrique) Peña, menos; eso sólo funciona cuando lo sabes, no cuando otro te lo dice. Ésa es la diferencia”.

¿Diría que Juárez se ha mantenido en el centro de la historia? “¡Al contrario! Lo que intentaron hacer los últimos tres gobiernos fue destruir su figura. No lo lograron del todo, pero han querido destruirla y lo que representa. Creo que durante 10 años hemos combatido a esos falsificadores de la historia que han querido mostrar a Juárez como un traidor y lo seguiremos combatiendo”.

¿Aunque Juárez nunca fue de izquierda? “No, no lo era, pero la defensa de la soberanía, de la integridad nacional, son parte de la agenda nacional; en ese sentido, Juárez tendría que ser defendido por la izquierda y la derecha… a menos que la derecha ya no quiera defender la soberanía”.

 

 

LA DERECHA

 

Con la reedición de Juárez. La rebelión interminable, Salmerón intenta llevar al llamado Benemérito de la Patria a nuevos lectores “y frenar la brutal ofensiva de la derecha que insiste, con base en el aire, que Juárez es traidor a la patria”.

¿Esta biografía describe al hombre y no a los hechos?, se le pregunta. “Como toda biografía, cuenta la trayectoria del hombre; es utilizar al hombre como guía conductora para que explique la generación dirigente liberal. Me interesa mostrar el momento clave en el que la nación conquista su verdadera soberanía, de alguna manera, bajo la dirección de Juárez”.

¿Por qué define a Juárez como ‘un hombre de fe y voluntad, pero no de genio’? “Eso es lo que concluí después de leer muchísimo sobre Juárez. Una cosa fundamental de él es que sabía atender, entender, escuchar a gente con mayor preparación en otros aspectos. Recordemos que siempre estuvo cerca de ideólogos como Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez y Ponciano Arriaga. Y más allá de si él era ideólogo o no, era capaz de entenderlos y de guiarse por las ideas de aquellos”.

¿Por qué tenía tan clara la división de Estado e Iglesia desde que estudiaba jurisprudencia? “Desde Valentín Gómez Farías, ésa era una idea del liberalismo y un programa de gobierno que se impulsaba. Así que Juárez pertenece a su generación y comparte esas ideas, es decir, no se adelanta a esa idea, sino que la comparte colectivamente”.

¿Fue factor clave su defensa de los vecinos de Loxicha y su encarcelamiento en Miahuatlán? “Claro, y eso muestra que es falsa la acusación de que él le dio la espalda a los indígenas. ¡Es falso!”

¿Quiénes han insistido en esa idea y por qué? “Es una idea que ha circulado porque la derecha, que odia a Juárez, es mentirosa. Pero cualquiera que lea los Apuntes para mis hijos se dará cuenta de que eso es falso, se lo inventaron, y no hay otra explicación”.

¿Qué es lo que más le sorprende de este personaje? “Su tenacidad irreductible, nunca rendirse y nunca cejar ni negociar. Quizá su mayor error político fue el Tratado McLane Ocampo —que se aborda ampliamente en el apartado Las supuestas traiciones de Juárez—, pero su virtud fue que nunca negoció con sus ideas”.

En el prólogo de su libro, Salmerón Sanginés describe a Benito Pablo Juárez García como un hombre estoico e impasible, “marcado con su sobrio traje negro, su rostro adusto y su oratoria pausada, quien impuso la austeridad republicana como un estilo personal de gobierno”.

 

cva