¿Por qué los hombres tienen más “panza” después de los 30?

A medida que van pasando los años, más grasa se acumula en nuestro abdomen y más nos cuesta eliminarla.

Cuando éramos jóvenes y esbeltos, quién no escuchó un “te quiero ver a mi edad” mientras molestábamos a los adultos por sus protuberantes estómagos. Bueno, y aquí estamos, a su edad y con guata.

Así como las mujeres acumulan grasa en la zona de las caderas, los hombres lo hacen en el estómago. Y aunque de cara y cuerpo se mantengan más o menos bien, pasaditos los 30 los músculos se atrofian, la grasa aumenta y se van viendo más guatones.

Esta acumulación de grasa puede deberse a distintos factores hereditarios, hormonales, médicos y alimenticios.

“Acumular grasa a nivel abdominal es más probable en hombres sedentarios que tienen un sistema de alimentación alto en azúcares y grasas saturadas. También está relacionado con diversas disfunciones metabólicas, como hiperinsulinemia e intolerancia a la glucosa”, explica Ximena Díaz, nutricionista de Clínica INDISA.

La guata propia de la edad viene del aumento de la grasa visceral que produce sustancias inflamatorias que van a inducir altos niveles de glucosa, resistencia a la insulina, altos niveles de triglicéridos y acumulación de grasa en el hígado.

¿Cómo saber cuándo preocuparnos? Tenemos que medirnos. Si el perímetro de la cintura es mayor de 102 centímetros, se diagnostica obesidad abdominal, lo que está asociado directamente a riesgo cardiovascular, comenta Ximena Díaz.

Estamos precisamente en la época en que empiezan los asaditos con piscina y los fines de semana en la playa, y tenemos que sacarnos la polera. Sin embargo, no sirve de nada ponerse las pilas sólo en el verano, no puede ser algo estacional, debe existir un cambio de hábitos permanente tanto en la alimentación como en la actividad física.

Pero hay que tener ojo, porque no se trata sólo de algo estético. La relación entre grasa y el nivel de andrógenos (hormonas masculinas) hace que los hombres que acumulan grasa en la zona abdominal incrementen el riesgo de sufrir cáncer a la próstata. No sólo eso, también aumenta la posibilidad de padecer osteoporosis y duplica las probabilidades de tener asma.

Ojo, que a esta edad, incluso las comidas saludables en exceso engordan, así que hay que mantener las proporciones adecuadas. Pero no todo está perdido. Hay algunas técnicas para lograr bajar de peso después de los 40 años, cuando la testosterona que antes mantenía a raya la acumulación excesiva de grasa en la zona abdominal, ya no está siendo tan efectiva en su misión.

Algunas recomendaciones fáciles se seguir
Ejercicio: caminar enérgicamente 20 minutos diarios.

Almuerzo/Comida: la mitad del plato debe tener fruta y vegetales, un cuarto proteínas y el otro cuarto carbohidratos bajos en índice glicémico, como pastas o legumbres.

Colación: A media mañana y media tarde, un snack que no supere las 100 calorías. Esto, porque se deben ingerir cinco comidas al día para activar el metabolismo y no llegar con tanta hambre a la siguiente comida.