Pura batería escarlata en la Liga Mexicana de Beisbol

CIUDAD DE MÉXICO.

Japhet Amador pegó 41 cuadrangulares en 2015 , su última temporada en Liga Mexicana de Beisbol. Ayer, en su regreso, pegó dos, incluido el primero en un juego oficial en el Estadio Alfredo Harp Helú, y los Diablos Rojos del México superaron un déficit de cinco carreras para vencer 14-8 a los Tigres de Quintana Roo, el primer juego de la temporada 2019 de la LMB para ambos equipos que escenifican la rivalidad más importante en el beisbol mexicano.

En las tres temporadas sin Amador, quien jugó en Japón, ningún jugador de los Diablos pudo llegar siquiera a 20 jonrones en un año. Ayer produjo cuatro carreras en un ataque de Diablos que incluyó tres cuadrangulares más, dos del venezolano Osvaldo Arcia y uno de Iván Terrazas, capitán de los Diablos y único jugador capitalino en el roster  de los escarlatas. Los Tigres habían logrado anotar ocho veces en las primeras dos entradas. Francisco Córdoba dio doblete productor de dos en la primera entrada y jonrón de tres carreras en la segunda.

Matt Gage, abridor de Diablos, tuvo una terrible apertura al permitir cinco carreras en apenas una entrada y un tercio de labor. Octavio Acosta no paró el daño al permitir tres carreras más en la segunda entrada, pero después colgó tres ceros que resultaron estremadamente valiosos para el pitcheo de los Diablos Rojos.

Afición felina respondió en la CDMX

Pese a que iniciaron su 18ª temporada fuera de la CDMX, la afición de los Tigres en la capital se resiste de desaparecer.

Alrededor del 30 por ciento de los aficionados en el primer juego de temporada regular en el Estadio Alfredo Harp Helú apoyaron a los felinos, cuyo  último juego como local en la capital fue el 11 de septiembre de 2001.

Los Tigres nacieron en 1955 y compartieron la localía con los Diablos Rojos en el desaparecido Parque del Seguro Social. Así  nació la Guerra Civil entre los dos equipos del entonces DF.

Ayer la afición felina gozó con 8 carreras de su equipo en las primeras dos entradas. Respondió al grito de “¡Diablos!” con el de “¡Tigres!”, aunque poco a poco fue sofocada, como los intentos de su equipo por llevarse un triunfo que aparentemente tenían en la bolsa.