Quince citas demoledoras de Ibargüengoitia en sus 90
MILENIO
El escritor Jorge Ibargüengoitia mezcló la ironía, la sátira, la parodia y el humor para ejercer la crítica a la vida mexicana; aquí algunas contundentes citas de su obra.
- Para habitación de las trabajadoras del hogar, los arquitectos han inventado recintos especiales, cuya superficie es igual a la aceptada como mínima en los parques zoológicos.
- Nuestros héroes predilectos son los que perdieron las guerras y murieron por órdenes del vencedor taimado. El héroe mexicano de segunda muere a destiempo en su oficina, el de tercera vence; el triunfo se le sube a la cabeza, comete una serie de errores, se desprestigia y es fusilado.
- Los grandes villanos mueren en su cama: Cortés, Porfirio Díaz y Huerta… Si Maximiliano hubiera logrado escapar sería aborrecido. Murió fusilado y dando propinas, por eso, en los corazones de ciertos mexicanos arde una llamita en su honor.
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Y quien creyó que todo fue broma, es un imbécil
Durante un tiempo se bautizó a los niños con los nombres de los santos o las vírgenes más populares. Esto redujo la nomenclatura notablemente. Proliferaron nombres como el de Carmen, Juan y José, y en las fechas de estas fiestas aumentaron de manera alarmante los accidentes por exceso de velocidad, los navajazos y las serenatas.
- Los nombres comunes y corrientes traducidos a idiomas extranjeros, como Frank, Elisabeth, Juliette, unidos a apellidos como González, Arozamena y Sánchez, ponen de manifiesto una ignorancia total del idioma nativo, o bien, ascendencia chicana.
- Quien creyó que todo lo que dije fue en serio, es un cándido, y quien creyó que todo fue broma, es un imbécil.
- Lo conocíamos como “Eligio”, para no tener que decirle Eligio de puta.
AG