Rock en tu idioma sinfónico, exige respeto

EXCELSIOR

El concierto liderado por Sabo Romo, realizado en el Zócalo de la CDMX, formó parte del inicio de los 16 Días de Activismo en contra de la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas

CIUDAD DE MÉXICO.

“Antes de comenzar quiero pedirles dos cosas: la primera, que volteen a ver la luna y mientras hacen eso, creen conciencia sobre como detener la violencia contra las niñas y las mujeres, y contra todos. Nadie es más importante que todos juntos”.

Con estas palabras Sabo Romo salió al escenario ubicado frente a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México para el concierto Rock en Tu Idioma Sinfónico, con el que se iniciaron los 16 Días de Activismo en contra de la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas en la Ciudad de México.

De hecho, ayer se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, por lo que el concierto estuvo lleno de consignas y peticiones para dejar de agredirlas con palabras y acciones.

Mátenme porque me muero fue el tema con el que se inició el concierto, para después invitar a Leoncio Lara, de Bon y los Enemigos del Silencio al escenario, quien pidió se detenga la violencia.

“Tengo una hija que quiero que camine feliz en la calle”, dijo para cantar Voy a buscar.

La plancha del Zócalo parecía semivacía, aunque de acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, hubo 60 mil asistentes. Aquellos que fueron disfrutaron cada uno de los temas que se entonaron.

Ugo Rodríguez subió al escenario para pedir respeto a las madres, hijas, mamás y mujeres de todos. Interpretó Sólo por hoy, que fue seguida de Corazón de neón, tema original del grupo español La Orquesta Mondragón.

Acto seguido, apareció María Barracuda y pidió a sus propios compañeros que no la “cosificaran”, ya que la recibieron con la batería y música estilo table dance.

“Gracias por apoyar esta causa, porque todos los que estamos aquí hemos sido víctima de esto. Cuando te pasa entiendes cosas, porque la violencia de género viene disfrazada de chistes y comentarios. Todos merecemos paz”, dijo para después cantar Bolero falaz, original del grupo Aterciopelados, y Ni tú ni nadie, de Alaska y Dinarama, en la que se bajó del escenario para estar cerca de los asistentes.

Luego Kazz, de Los Amantes de Lola, interpretó Beber de tu sangre.

Poco más de dos docenas de músicos y cuatro coristas estuvieron en el escenario, del cual salían poderosas luces que alcanzaban el edificio del Gobierno de la Ciudad de México. Tres pantallas gigantes fueron dispuestas para que el público no perdiera detalle de lo que ocurría frente a la Catedral.

“Gracias por tanto pinche amor”, agradeció Romo.

Sergio Arau también llegó al Zócalo para entonar Alármala de tos, de la banda Botellita de Jérez, que hiciera famosa Café Tacvba. “A todos los que votaron por mí se los agradezco mucho. En dos sexenios la armo”, comentó con ironía ante su fallida carrera política.

Neón interpretó Es tan fácil romper un corazón y Juegos de amor, seguido por Paco Familiar, de DLD, quien pidió que nos volviéramos a enamorar y por ello cantó Kumbala acompañado por Cecilia Toussaint, a quien le falló el micrófono al inicio de su participación. “Que la pasión no se confunda con maltrato”, destacó Familiar.

La Lupita llegó para dar voz a El son de dolor y Paquita disco. Leonardo de Lozanne, vocalista de Fobia, también subió al escenario del Zócalo. “Muchísimas gracias. Un placer estar aquí esperando que se apoye el arte y la música. Estamos aquí para que se reduzca la violencia contra los niños y las mujeres”, dijo para interpretar La muralla verde y El diablo, que hicieron estallar a la gente.

Luego Cala Villa, vocalista de Rostros Ocultos, cantó El final y Abulón, de Víctimas del Doctor Cerebro, llegó para cerrar el show de dos horas al ritmo de El esqueleto, mientras la gente comenzaba a abandonar el lugar.

Al finalizar el concierto todos los participantes subieron al escenario. “Reiteramos nuestro mensaje de ‘No a la violencia’”, dijo Sabo Romo, para luego interpretar Cuando pase el temblor, de Soda Stereo, con la que se despidieron.