Un día de la madre en Santa Martha Acatitla

CIUDAD DE MÉXICO

No todas las madres reciben regalos, no todas ven a sus hijos. En el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla, algunas reclusas tienen la fortuna de tener a sus hijos este día y para reconfortarlas, el arzobispo Carlos Aguiar Retes ofició una misa.

Quizá el venir a un reclusorio justa o injustamente, es una situación de desolación de desesperanza, pero siempre tengan en mente que no es eterno, que siempre debe estar abierta la puerta a su corazón de volver a la vida con la sociedad, pero además, que este tiempo en el cual ustedes viven recluidas es un tiempo hermoso de crecimiento espiritual», expresó Aguiar Retes.

Entre un grupo de al menos 500 reclusas resguardadas por 50 custodios y aproximadamente 100 visitantes, se llevó a cabo la primera misa que realiza Aguilar Retes en un centro penitenciario.

Saben quién los acompañará, el espíritu santo, que les dará la fortaleza para descubrir que Dios no las ha abandonado», agregó el arzobispo.

TESTIMONIOS
Alondra tiene 24 años de edad y es madre de un pequeño a quien este día no tiene la dicha de abrazar.

Soy mamá, mi hijo tiene 4 años, va a cumplir 5 en julio, casi no lo veo porque él ya no quiere venir, porque dice que estoy loca, que estoy en la cárcel. Finalmente esta situación es porque le hacen bullying en la escuela, por eso ya no quiere venir. Su papá también está en reclusión», dijo Alondra.

La joven madre fue sentenciada a 9 años 9 meses por robo y encubrimiento, y como ella, algunas mujeres están aquí por amor, porque se convirtieron en cómplices de sus parejas y hoy pagan una condena.

Sí me dedicaba a robar, no me obligaba, nadie obliga a nadie. Yo acepté, vi el dinero fácil y me gustó, a parte yo era adicta», agregó Alondra.

En prisión, también hay mujeres que tienen a sus hijos. Rosa fue sentenciada a 30 años por homicidio, su hija nació aquí y justo en el día de las madres, cumple 6 años de edad.

Mi hija sabe que cometí un error, que estoy pagando las consecuencias de mi error, siempre tenemos que tratar de no cometer errores. A través de la psicóloga, gracias a dios nos han ayudado», dijo Rosa.

Muchas madres abrazarán a sus hijos, pero inevitablemente dentro de prisión la nostalgia invade a las reclusas.

Secuestro, robo, violación y asesinato, son algunos de los delitos por los que ellas se encuentran recluidas.