¡Conoce el «Michimuerto»! El pan de muerto más tierno de esta temporada
Este Día de Muertos decora tu ofrenda con un adorable pan de muerto en forma de "michi".
MILENIO
A unos días de la llegada del primero de noviembre, el pan de muerto es un alimento imprescindible en nuestros hogares, ya sea que nos acompañe en la ofrenda o por la noche en la cena, este delicioso pan se comienza a vender incluso desde inicios de septiembre.
Su origen surge en la época de la conquista, cuando los españoles, horrorizados por los sacrificios humanos, sugirieron hacer en su lugar un pan de trigo salpicado de azúcar roja que simbolizaba un corazón y la sangre del sacrificado.
Lo que más destaca a este pan son sus adornos, pues tiene unos «huesitos» al rededor y un cráneo en la parte de arriba. Su ligero sabor a naranja, el toque crujiente que aportan los «huesitos» y lo dulce del azúcar, han convertido este pan en el favorito de muchos.
Esta vez, el pan de muerto tuvo una adorable transformación y se convirtió en un tierno alimento en forma de gatito. Su presentación conserva los ingredientes del pan de muerto, pero agrega unas orejas y una carita de gato dibujada con chocolate amargo, un sabor que se mezcla a la perfección con los tradicionales.
Algo que se puede destacar, es la creativa idea de conservar el uso de los «huesitos» del pan pero esta vez se usan para simular los bigotes del felino, adaptando lo original a una idea nueva y contemporánea.
¿Dónde encontrar a los «michimuertos»?
Esta tierna imagen surgió gracias a la panadería artesanal «Ritual», ubicada en la calle Zaragoza, número 150, en la colonia Ignacio Zaragoza de la alcaldía Venustiano Carranza, Ciudad de México.
Con ideas originales, tiernas y creativas, esta panadería participa también en bazares y el sábado 26 concursó por el mejor pan de muerto tradicional en el Festival al pan pan llevado a cabo en el Monumento a la Revolución.
Los michimuertos tienen un costo entre los 40 y 50 pesos, además, la panadería cuenta otros panes alusivos a la fecha, como brownies con calaveras de chocolate y un pan de muerto relleno de crema de camote con queso de cabra y especias.