México vence a Corea el día de la inclusión

CIUDAD DE MÉXICO.

Paseo de la Reforma. 13:12 horas. Los aficionados del Tricolor que caminaban del Zócalo al Ángel de la Independencia se encontraron por primera vez con los integrantes de la Marcha del Orgullo LGBT que caminaba en sentido contrario.

¡¡El que no brinque es put…!! !!El que no brinque es put…”, corearon los verdes. “¡¡México!! ¡¡México!!”, respondieron los vestidos de colores. Todos acabaron gritando el nombre del país que representa la selección mexicana. El día de la inclusión.

Había dudas, porque decía Umberto Eco que el aficionado al futbol “siempre está dispuesto a partirle la cabeza al hincha de la provincia limítrofe o al que no piense igual que él” y porque en Rusia describen a los seguidores del Tricolor como machistas.

Tanto temor había que la Secretaría de Seguridad Pública destinó tres mil elementos, 176 unidades y un helicóptero para evitar la violencia entre los que festejaban el triunfo de México sobre Corea del Sur y los que peleaban por los derechos de la comunidad LGBT.

No fue así. Se dividieron los carriles. El que iba dirección al Ángel de la Independencia los ocuparon los aficionados al Tricolor y los que iban a la Marcha del Orgullo Gay caminaron por el que tiene sentido hacia el norte de la Ciudad de México. En algunos puntos, como el cruce entre Insurgentes y Reforma, o en el mismo Ángel de la Independencia, los dos bandos se convertían en uno, porque todos celebraban a nombre México.