Miguel Herrera, cronología del desastre

Ciudad de México

Miguel Herrera, entrenador de la selección mexicana de futbol, vive una especie de efecto dominó negativo en su paso al frente del representativo nacional.

Desde aquel 7 de junio, en el que el entrenador decidió hacer proselitismo a favor del PVEM en plena veda electoral, la polémica se ha vuelto su infalible compañera en prácticamente cada paso que ha dado; confortamientos con la prensa, con técnicos rivales, o festejos ‘de sobra’, culminaron ayer con una pase ‘inventado’ a la final de la Copa Oro.

ESTE VERDE NO HA CUMPLIDO

«Los verdes si cumplen», fue el mensaje que Miguel envió el 7 de junio desde Brasil, justo el día en que México celebraba elecciones federales. Desde ahí, los señalamientos fueron in crescendo a medida que el equipo mostraba pocos argumentos para competir en la Copa América, que ya estaba en puerta.

NO SIEMPRE VE LOS VIDEOS

Recientemente, el estratega señaló que no podía juzgar el dudoso penal marcado frente a Costa Rica en las semifinales de Copa Oro, pues argumentó que, para hacerlo, debería ver antes el video con la repetición de la jugada.

Este proceso no lo utiliza cuando se siente afectado por el arbitraje, pues tras haber sido eliminado ante Ecuador de la Copa América, el ‘Piojo’ aprovechó una entrevista en los pasillos del estadio para recriminar a los silbantes que entonces pasaron a su lado: «Gracias, muchas gracias», dijo el técnico en tono irónico.

MARTINOLI ¿EL CULPABLE?

Ni bien llevaba un par de horas en suelo mexicano, tras volver del consumado ridículo de Copa América, Miguel Herrera explotó en conferencia de prensa: «Ustedes (prensa) no me molestan, Hay un solo pendejo que me ataca y ya sabrán quien es, me lo encontraré y discutiré con él»; las palabras del técnico hacia el comentarista Christian Martinoli, quien en repetidas ocasiones ha señalado al técnico como un «marquetinero y populachero».

Miguel tuvo que salir a pedir disculpas en redes sociales. Era solo el comienzo.

CERCA DE LOS GOLPES CON PINTO

Aquel duelo ante Honduras, previo al arranque de la Copa Oro, Miguel estuvo cerca de irse a los golpes con el técnico del combinado ‘catracho’, Jorge Luis Pinto.

El conflicto se dio porque, sobre el terreno de juego, jugadores del Tri y Honduras iniciaron un conato de bronca, lo que impulsó al técnico Pinto a ingresar al campo para calmar los ánimos, sin embargo, a su regreso a la zona técnica, se encaró con Miguel Herrera y ambos tuvieron que ser separados.

‘PAYASADA’ DUDAR DE SUS JUGADORES

Después de arañar el empate ante Trinidad y Tobago, mismo que le valió a México el terminar como segundo de grupo la primera fase de la Copa Oro, el periodista Rafael Ramos preguntó al técnico nacional sobre la «displicencia, desatención o problema de rebeldía de sus jugadores».

La respuesta fue contundente: «No seas payaso». Esto volvió a generar una serie de críticas que el propio Herrera justificaría después, diciendo, para la cadena TDN, que él tiene una relación con el comunicador y que lo había dicho en tono «respetuoso».

FESTEJOS INNECESARIOS

Como aquel alumno que consigue acreditar una materia ‘de panzazo’, Miguel Herrera celebró el empate y victoria parcial ante Trinidad y Tobago con sus jugadores, como si acabaran de coronarse campeones del mundo, para después ceder el empate en la última jugada del encuentro.

Esta celebración se repitió ante Costa Rica, cuando en el último suspiro de los tiempos extras, Oribe cayó dentro del área, provocando un penal que dejó muchas dudas; Guardado lo anotó, dándole el pase al Tri a semifinales y la euforia del ‘Piojo’ en el banquillo.

¿Y EL FAIR PLAY?

Si bien el técnico y sus jugadores son los menos culpables de los errores cometidos por los silbantes (a favor y en contra), sí tienen la responsabilidad de hacer válido el juego limpio que promueve la FIFA, incluso, con la oportunidad de dar una de esas lecciones que otros equipos sí han mostrado.

Sin embargo, luego de haber avanzado a la final de la Copa Oro con un penal inventado, el seleccionador azteca dijo: «Yo no vi que Guatemala no diera el balón después de los penales, o en el Mundial (refiriendo al penal de Robben)».