‘Yo nunca… Yo nunca lo haría’; mi camino al maratón

CIUDAD DE MÉXICO.

Mi historia en las «carreras» empezó con 5k, la primera, en realidad fue algo que no me provocó «mayor esfuerzo”, estoy acostumbrada a correr en cinta y de vez en cuando al aire libre.

Decidí inscribirme a la siguiente de 10 kilómetros, y así fue durante los primeros dos años. Conocidos y amigos que también realizan esta actividad, solían hablar de «medio maratón» o del «maratón» y yo pensaba: jamás lo haré, mi cuerpo no es para eso.

Ese fue mi pretexto durante un año más, no me había cansado, no me había hartado… pero un día sentí la monotonía de los 10 kilómetros recorridos cada domingo en la ruta de Reforma. El siguiente paso eran 15 kilómetros, se acercaba una carrera y era una oportunidad perfecta para conocer ‘mi limite’.

Y para mi sorpresa, no… los 15k no fueron un límite. Los kilómetros de pronto se vuelven pocos y con el tiempo también se vuelven necesidad. Empecé a buscar estos retos día con día, y, sin darme cuenta, me topé con los 42k.

El maratón me representa en dos etapas. La preparación y la realización.

La preparación ha estado llena de altas y bajas, ¿también te ha pasado?, hay días muy buenos, hay días regulares… no te olvides que el rendimiento físico también depende del estado anímico en el que nos encontremos pero lo más importante es no perder de vista el objetivo.

Para este proyecto personal me ha servido mucho el trabajo en equipo, las personas que te encuentras en el camino del running pueden volverse también una forma de motivación. Gracias a una amistad, me encontré con el equipo de #NewtonRunning, encabezado por la firma deportiva Newton, exclusiva para runners, que junto con el team han cambiado mi perspectiva de este deporte.

El equipo está conformado por profesionales, además de personas como tú y como yo, que tenemos la misma meta en mente, y como dicen… los logros compartidos se sienten mejor.

Buscas las ganas de levantarte a las 5 de la mañana para entrenar, las ganas que encuentras en cada kilometro y la felicidad con la que te topas al llegar a la meta. Sí, son sentimientos encontrados por el trabajo y los «sacrificios» que hay detrás de cada triunfo.

Recuerda que los detalles, que aunque parezcan insignificantes, no lo son. La comodidad para correr es indispensable, para cualquier distancia es importante que cuentes con las «herramientas» necesarias para dar lo mejor de ti a cada paso. Lo más importante con tu calzado es que te sientas seguro con el, que se adapte a ti y a tus objetivos.

La mejor opción sería llevar este proceso de la mano con profesionales, es una exigencia para tu cuerpo y mente que requieren la mejor preparación posible.

Que en ningún momento del proceso se te olvide «el por qué», por qué empezaste… por qué seguiste… por qué ser corredor se convirtió en tu pasión.

Disfruta cada parte del proceso, disfruta a cada persona que ha crecido contigo en este camino… la sensación de que día con día has logrado algo que no creías, que cada entrenamiento ha sido un paso menos para la gran meta, que tu equipo ha sido una de las fuerzas que te ha llevado a persistir.

Que HOY, a solo 11 días del «gran día», los sentimientos están a todo su potencial, en tu mente estás eufórico llegando a la meta, estás ansioso por cruzar la línea de salida, confias plenamente en ti, en lo que tu mente y cuerpo han trabajado para cada kilometro, que crees plenamente en los motivos que te llevaron hasta dónde estás hoy.

Y tú ¿TE ANIMAS?