Las ofrendas tienen permiso

I Hace una década, la Unesco decidió integrar la celebración indígena de los Días de Muertos al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como un reconocimiento a la vigencia y fortaleza de prácticas ancestrales que recogen, además, procesos de mestizaje tras la llegada de los españoles.

Son días de recogimiento y celebración, que se definen a través del colorido, los olores y sabores que suelen acompañar las ofrendas, de los ritos que se desarrollan en ciertas comunidades y hasta de la idea central del festejo que se sucede entre los más jóvenes, si bien lo más importante es mostrar los elementos que representan a los Días de Muertos, esfuerzo que desarrollan instituciones culturales y museos a lo largo y ancho del país, aunque con actividades emblemáticas en la Ciudad de México.

La plancha de la Plaza de la Constitución del Distrito Federal, por ejemplo, se convierte en una megaofrenda instalada por la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente, y que en esta ocasión está dedicada al grabador José Guadalupe Posada en el marco del centenario de su fallecimiento.

La instalación se conforma de altorrelieves que muestran algunos de los personajes más significativos de José Guadalupe Posada, en tanto que a un costado se daba forma al Quijote que será colocado en la parte alta de esta pieza; hacia el centro del Zócalo se ubicó una imagen que, sin duda, llamará la atención de los visitantes: 12 personajes esqueléticos que dan la sensación de trabajar en un grabado con la imagen del artista.

La Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal prepara, para acompañar la megaofrenda, diversas actividades musicales y de artes escénicas, a fin de amenizar la estancia de los ciudadanos y turistas nacionales y extranjeros que se den cita en el Centro Histórico los primeros días de noviembre.

Uno de los recintos con mayor tradición en cuanto a la ofrenda del Día de Muertos es el Museo de El Carmen, que este año se dedica al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, con lo que se busca mantener en la memoria a quien dejó obras tan emblemáticas como los museos Nacional de Antropología, del Templo Mayor y la Galería de Historia Museo del Caracol, el Estadio Azteca y la Basílica de Guadalupe, por mencionar solo algunas.

El Altar de Muertos 2013. Homenaje a Pedro Ramírez Vázquez muestra dos facetas de quien, además de arquitecto, se distinguió por modelar piezas en vidrio, como calaveras de colores.

De ahí nos podemos ir a las llamadas Islas de Ciudad Universitaria, donde la tradicional ofrenda honra a la artista Remedios Varo, a 50 años de su muerte; está integrada por más de 100 altares, y en su elaboración participaron diferentes instituciones y facultades de la UNAM.

Al estar dedicada a la creadora surrealista, los altares están dominados por las figuras características de su obra, que conviven con catrinas, calaveras y muñecos de papel maché, y por supuesto con los elementos tradicionales de toda ofrenda, sobre todo las flores de cempasúchil.

Muy cerca de ahí, en el Museo Anahuacalli, también se erige una tradicional ofrenda a la vida y la obra de Diego Rivera, la cual estará acompañada de una muestra de altares y arte popular del estado de Hidalgo, como un reflejo de la diversidad y riqueza que definen a la entidad, de donde también se presentará un programa artístico y cultural, con música, narración oral, danza y muestra gastronómica, que culminará hasta el 3 de noviembre.