S22 pide esclarecimiento de la desaparición del profesor Carlos Román

protesta maestros - (4)Agueda Robles

Foto: Archivo

 

Al cumplirse cuatro años de la desaparición del profesor Carlos Román Salazar, su familia levanta la voz y exige tanto a las autoridades del Gobierno del Estado como a los representantes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decir lo que en realidad saben en torno al caso.

 

Ocurrida la desaparición el 14 de marzo de 2011, su madre y esposa, Lucila Salazar Reyes y MarisolRicardez Contreras, recordaron como durante los primeros meses del episodio que ha marcado su vida, tanto las autoridades de la administración estatal como la entonces dirigencia del sindicato les brindaron el apoyo.

 

“…un día después de su desaparición, recibimos la solidaridad de sus compañero y amigos, tanto de la entonces dirigencia de la sección 22 como de los grupos de trabajo con los que él solía reunirse y compartir anhelos y compromisos sociales, así como la solidaridad del Gobernador Gabino CueMonteagudo”, expresaron.

 

Hoy eso se ha diluido, pues mucha de la solidaridad mostrada ha desaparecido, quedando únicamente un supuesto compromiso institucional por parte de dependencias encargadas de la regulación de la justicia, más no un apoyo leal del gobernador, quien omite recibir a la familia que ha buscado un dialogo abierto con él.

 

“…Hoy estamos cuestionándole al Gobernador GabinoCué (quien desde hace dos años no nos recibe), donde quedó el interés por encontrarlo, como lo manifestó desde un principio. Él dijo que Carlos René es su amigo, incluso reconoció como uno de sus apoyos de campaña”, dijeron.

 

“Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos”, es la exigencia primordial de la familia, quienes pretenden despertar la conciencia moral y ética de quienes alguna vez, en la inmediatez del nefasto acontecimiento, les manifestaron que harían todo lo que estuviera de su parte, hasta dar con el paradero de Carlos René.

 

En este contexto reclaman a quien ostentaba el cargo de secretario general de la Sección 22, durante la desaparición del profesor, pues Azael Santiago Chepi, decía el mentor era como su padre, sin embargo pese al gran acercamiento existente entre ellos, los esfuerzos por esclarecer el tema han sido nulos, dijeron.

 

¿Dónde quedó su honra y la de sus palabras? O si pretende ser diputado para exigir desde la tribuna nacional la aparición de Carlos René?, “no lo sabemos, solo sabemos que hasta el momento no ha hecho nada por lograr encontrar al padre de familia, hijo y hermano”, sostuvieron.  

 

A Azael Santiago Chepi, le exigimos que diga la verdad, ya que sus declaraciones están muy lejos de ella, así como lejos está el que mencione que Carlos es como su padre. A 4 años, les exigimos a las autoridades que cumplan con su obligación, a los líderes y ex líderes magisteriales, les pedimos congruencia y a los que alguna vez se sintieron parte de sus anhelos y compromisos sociales, que digan lo que saben, puntualizaron.

 

Exigimos una vez más que el Gobernador asuma su responsabilidad, no le pedimos que se acuerde de su amigo Carlos, porque no entendería el significado de la palabra AMIGO, sólo que cumpla con su obligación de hacer justicia, en cuya acción no cabe el silencio, porque el silencio también puede ser complicidad, señalaron.

 

También, recordamos a sus compañeros y amigos que se encuentran dentro del magisterio y que pensaban igual que él, en mejorar la educación en nuestro estado, si ya se les olvidaron sus compromisos de lealtad, solidaridad y hermandad?, sostuvieron con lágrimas en los ojos.

 

Obviamente que para los medios ha dejado de ser noticia, pero para nosotros que somos su familia, no puede pasar desapercibido el 14 de marzo, como tampoco pasa desapercibida su presencia todos los días.

 

Actualmente sobre esta desaparición, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), mantiene un único hilo de esperanza mediante el expediente 70/FM/2011, para saber lo que realmente sucedió con el profesor, mientras que la Procuraduría General de la República (PGR) mantiene la recompensa de 500 mil pesos a quienes aportan pistas sobre el paradero.