Se arroja a las vías del tren exnovio y asesino de estudiante de La Salle

1192860El exnovio de la estudiante de la Universidad La Salle se lanzó al paso del tren y perdió las piernas; dejó una nota aceptando su culpabilidad

LEÓN, Gto. 11 de abril.— Era la mañana del Domingo de Resurrección, el pasado día 5, cuando sonaron todas las alarmas de las agencias de seguridad de León. Había sido localizada una camioneta Dodge, color gris, con un cadáver en su interior.

El olor de los restos humanos había llamado la atención de los vecinos, no así que llevara ahí desde la madrugada del pasado jueves. La Policía Municipal encontró el cuerpo de una joven. Horas después la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato (PGJEG) estaba en condiciones de informar sobre la identidad de la víctima.

Se trataba de Ana Ivette González Salas, estudiante de la maestría en Diseño Gráfico en la Universidad La Salle, y había sido reportada como desaparecida un día antes de que fuera hallada sin vida. El hallazgo ocurrió en la colonia Lomas de la Trinidad, muy cerca de la zona dorada de la capital zapatera.

Ana Ivette González tenía 25 años, era simpática y popular entre la comunidad lasallista. Las redes sociales informaron primero del deceso que las mismas autoridades guanajuatenses, destacando que ese Domingo Santo ella no había vuelto.

Conforme pasaron las horas se supo que la joven había sido encontrada con una cuchillada en el cuello, y había sido atada de los tobillos. Era un feminicidio más en el estado de Guanajuato.

La prensa y la sociedad entera se habían volcado a señalar a su novio, Luis Peregrina, como el autor material del crimen. Y es que Luis Peregrina y su familia habían desaparecido cuando se les había citado a declarar, ya que cuando la PGJEG inició las investigaciones se encontró con que su novio fue la última persona que vio.

La primera semana de abril de 2015 había sido particularmente calurosa y soleada. La ciudad se había vaciado, Semana Santa suele expulsar a los leoneses, principalmente a Puerto Vallarta.

Ana Ivette González y Luis Peregrina recién habían vuelto de viaje, había sido una jornada memorable, y ambos se juraban amor eterno a través de sus respectivos espacios en Facebook.

Pero esa noche de miércoles la pareja había acudido a una tienda para comprar algunas cervezas. Hacía calor. La familia de la joven estaba ausente y su casa, ubicada en la colonia Real de Bugambilias, estaba sola.

Momentos más tarde, cuando Luis Peregrina se marchó y Ana Ivette González entró a su propia casa, fue atacada por cuatro jóvenes que habían irrumpido para robar objetos de valor, entre ellos alhajas y joyas.

Seguramente grande fue la sorpresa cuando la estudiante lasallista vio que uno de los ladrones había sido su novio durante seis años. Se trataba de Miguel Ángel Godínez Rentería, también de 25 años. Él conocía perfectamente la casa de la víctima, hasta tenía familiaridad con los vigilantes del fraccionamiento privado y por ello pudo entrar con facilidad.

Miguel Ángel Godínez estaba acompañado por su hermano mayor, Christian Javier, de 28 años, así como por Claudio Rivera Sánchez, de 18 años.

En la casa de los González Salas también estaba presente una muchacha de 20 años, Melissa Livier Coral Medina, actual novia de Miguel Ángel Godínez.

Entre los cuatro la sometieron, aunque no se sabe con certeza quién enterró el cuchillo en el cuello de Ana Ivette ni en qué momento ocurrió, pues todavía fue subida con vida a su propia camioneta Dakota, para abandonarla en la colonia Lomas de la Trinidad, a unos 20 minutos del lugar del atraco.

Una semana después del asesinato, las autoridades de justicia de Guanajuato presentaron a Christian Javier Godínez Rentería y a Claudio Rivera Sánchez como responsables del feminicidio de González Salas.

Veinticuatro horas más tarde, a las 7 de la mañana de ayer viernes, la central de emergencias de León recibió un llamado de auxilio: un joven había intentado suicidarse arrojándose al paso del tren, en el cruce de las avenidas Timoteo Lozano y Francisco Villa.

Se trataba de Miguel Ángel Godínez Rentería, quien tal vez por remordimiento se arrojó a las vías y el tren le cercenó las piernas. Su estado de salud es grave. Incluso había dejado una nota póstuma en donde dice ser el autor de los hechos y pedía perdón.

Más tarde agentes ministeriales detuvieron a
Melissa Livier Coral Medina, acusada de ser coautora del asesinato.

El procurador de Justicia de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, reveló que tanto Miguel Ángel como su actual novia trabajan en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Carlos Zamarripa también informó que el joven Claudio Rivera Sánchez tiene antecedentes penales por robo a casas habitación.

Hasta el momento la PGJEG trabaja en la identificación de la mecánica de los hechos, así como en la recuperación de los objetos robados, por lo que el caso aún no está cerrado. Los culpables enfrentan una pena de hasta 70 años de cárcel.