Negro colorido salpicado de tonos grises en un sueño…

Por: Haywood Miller

Fotos: Ezequiel Gómez Leyva.

Surge tu voz de la noche callada, nombrándome las cosas que nombrabas……

Y en la oscuridad matutina, surge un rayo de sol que ilumina tu sonrisa, y te siento cerca, mía,  y parte de mí.

Las olas que a lo lejos murmullan, me inspiran a besarte, tus manos blancas y suaves acarician mis sueños, y bordan susurros de esperanza en vaivén del canto soñoliento, que danza en mi interior.

No estás lejos pero tampoco estas cercas, más bien estas, dentro de mi vacio infinito, llenando los espacios de mi soledad, iluminando mi mundo blanco y negro, con brochazos de luz que perfilan las siluetas.

Coloridos ojos ciegos que palpan las texturas de las líneas doradas de tu cuerpo, mientras el mar besa una playa lejana y misteriosa de donde me traerá recuerdos olvidados de mi infancia.

Los caminos empedrados de mi ser, hacen brotar de mi interior, negros, rojos y ocres, que se imprimen en cualquier sueño, y se aferran a la vida gustosos de tomar a sorbos gotas de lluvias dulces que amargan la vida.