¿Cambios?, solo de color y de patrón para muchos.

Por: Haywood Miller.
Fotos: Ezequiel Gómez Leyva
Los cambios sexenales siempre han sido tediosos e inciertos, con la consecuencia de la calma chicha como se le conoce ó al tiempo en “stand By”, la espera entre el nuevo gobierno y el fenecimiento del viejo régimen.
Sin embargo el cambio actual se ha agravado mas por el desencanto entre la población que no sabemos si ya quiere que se vayan los que están o no saben cómo desahogar su enojo ante las pifias de seis años.
Lo que sí es notorio es que la mayoría de funcionarios ya se encuentran preparando sus maletas llenas de ilusiones, -por no decir de dinero-, algunos de ellos, los más realistas saben que de aquí a varios años tendrán que mantenerse con lo ganado con el sudor… de su frente, velando por los intereses de las diferentes dependencias.
El palacio de gobierno luce vacio y triste, y aunque muchos no lo noten, se ve que los que todavía se encuentran en el interior, están a la expectativa y la incertidumbre.
Muchos especulan que si Gabino ira a la cárcel, que si le van a pedir que regrese, pero lo que se llevó (que según dicen es mucho dinero), que si Tenorio Vasconcelos tiene una gran clínica digna de primer mundo, que si el coco castillo está preparando un departamento para el ex gobernador (después del 1º de diciembre).
Lo cierto es que muchos funcionarios ya están preparando sus renuncias antes que los renuncien y por lo menos salir dignamente, caminando por la puerta principal antes de que como en las cantinas los alcen y los echen por no tener para pagar la cuenta.
Cambios de poderes cada seis años, a estos cambios muchos ya nos acostumbramos, sin embargo no dejamos de asombrarnos que con cada sexenio los cambios se vuelven más terroríficos, y la lucha por el poder se vuelve más cruenta.
Esperemos al nuevo gobierno, habrá quienes cambiarán de color como los camaleones, o saltaran como los chapulines, otros que serán capaces de perder la dignidad para poder seguir enchufados en la ubre presupuestal, quienes en el pasado se vistieron de amarillo, o azules, ahora serán rojos, todo con tal de no salir del presupuesto, eso es de cada sexenio.
Menudo trabajo le espera al nuevo Gobierno, escoger y seleccionar, que supongo ya lo tienen, a los mejores elementos, esperamos que no carguen con los viejos cuadros que hace más de doce años implantaron sus designios en la verde Antequera, porque en el horizonte político ya asoman viejas caras, que se frotan las manos y alistan las garras dispuestos a terminar lo que quedo inconcluso.
Mientras tanto el ambiente enrarecido políticamente hablando sigue cubriendo las esferas de gobierno, y unos se quieren quedar y a otros ya les urge irse, a partir del 1 de diciembre veremos cómo se empiezan acomodar las piezas de ajedrez y la baraja política empezara a tomar forma.
Mientras tanto desde funcionarios de segundo nivel hasta los más encumbrados no quieren perder el jugoso salario y la “certeza económica”, que da estar en el esquema gubernamental, y harán todo lo posible por conservarlo y al igual que en el pasado dirán “Muera el Rey, Viva el rey”