Villa de Zaachila intenta revivir una de las costumbres comerciales más antiguas «El Baratillo»

Redacción

Graciela Weber Jordán, directora de comercio y mercados de ese municipio destacó que reconocido mundialmente este centro de intercambio de venta ha sufrido desafortunadamente daños por la falta de atención de algunas autoridades.
Sin embargo la nueva administración de este municipio zapoteco de Oaxaca pretende reavivar el lugar, para garantizar de esta manera la subsistencia de la población que obtiene recursos económicos de esta actividad.
Actualmente en el baratillo acuden alrededor de 250 vendedores de diferentes animales que van desde el ganado hasta comida preparada por lo tanto deja una importante derrama económica para diferentes sectores.
Acompañada de la regidora, Olivia Rodríguez Ortiz regidora de desarrollo económico y social de la Villa de Zaachila explicó que a este lugar acuden también personas de Tlacolula, Tlanichico, Cuilapam e incluso de estados como Puebla.
En este sitio se pueden encontrar muy buenos precios, por ello es que acuden de diferentes partes, y así lo queremos seguir manteniendo en beneficio de los compradores y los vendedores que en su mayoría son personas que se dedican a la venta al menudeo.
Weber Jordán indicó que los ganaderos están siendo apoyados dándoles gratis las facturas de compra venta que se realizan en el lugar, mientras que se busca mejorar las instalaciones para los animales grandes que llegan para su venta.
Asimismo dijo que se tiene garantizada la seguridad en la zona, pues la policía municipal realiza recorridos y mantiene presencia durante el desarrollo de las actividades comerciales que se realizan en el lugar.
LA VOZ DE LOS VENDEDORES
A sus 77 años doña Heriberta Torres ha encontrado en el Baratillo una manera digna de mantenerse económicamente. Y es que, cada jueves acude con uno o dos animalitos para venderlos.
Jalando al chivo que tiene la esperanza de vender por 700 pesos, recuerda que sus progenitores le narraban como es que desde 1929 se lleva a cabo esta actividad que hoy en día ocupa más de dos hectáreas de terreno para su realización.
“Nosotros los nativos de esta comunidad, podemos vivir de la venta de nuestros animalitos que cuidamos con mucho cariño y que sabemos que nos van a servir para seguir manteniéndonos junto con nuestras familias”, narra.
Caminando para instalarse sugiere que debe de darse mayor difusión a este lugar, pues desafortunadamente la costumbre comercial más antigua de Oaxaca se ha ido perdiendo y ya no llega tanta gente como antes.