Cinco razones científicas por las que odiamos los lunes

Si sufres del síndrome de lunes, no estás solo. Si eres de los valientes y responsables que no se reportan enfermos, no faltan a la escuela —ni permiten que sus hijos falten— ni se toman el «San Lunes» en el ámbito laboral, aquí te compartimos cinco razones científicamente comprobables por las que el lunes puede resultarte el peor día de la semana.

Quizá estés de acuerdo en que el lunes es el día más pesado de la semana, especialmente si te costó mucho abrir los ojos, despertar, abandonar las sábanas tibias, levantarte y dirigirte a la regadera para después ponerte tu uniforme que usas de lunes a viernes; o bien, si tus esfuerzos sobrehumanos por estar despierto, proactivo y de buen humor te persiguen a lo largo de la mañana y no te dejan en paz sino hasta bien entrada la tarde.

Todo ello es consecuencia de diversos hechos científicamente comprobables que tienen que ver con las reacciones de tu organismo a tus actividades dentro y fuera del trabajo:

1. Cambian tus patrones de sueño. Es muy común que a lo largo de la semana te desveles debido a la carga de trabajo o a algún compromiso social, y que hacia el viernes estés sufriendo las consecuencias de este déficit de sueño, por lo que también es frecuente que aproveches el sábado y el domingo para «dormir a pierna suelta», en un esfuerzo por reponer estas horas de sueño perdidas. Pero, después de todo, quizá ésta no sea una buena práctica: un estudio realizado por la Universidad Flinders, en Australia, revela que al dormir horas extra el fin de semana estamos alterando nuestro reloj biológico hasta en 45 minutos. Esto hará que el inicio de tu semana sea aún más pesado, a pesar de que creas que las horas extra le sentarán bien al organismo.

2. Necesitamos socializar. En un artículo publicado por el periódico británico The Telegraph, el psicólogo clínico Alex Gardner afirma que, a pesar de lo civilizados que nos sentimos, «en esencia somos cavernícolas que usan trajes, de modo que para sentirnos parte de nuestra tribu —en este caso, los compañeros de trabajo—, necesitamos tomar una taza de té antes de sentarnos a trabajar; luego de socializar con nuestra tribu, podremos tener una semana productiva, mientras que quienes no tienen esta práctica terminarán ‘quemados’ antes de que termine la mañana del lunes».

3. Representa un cambio drástico y súbito. Una encuesta realizada por Gallup reveló que no existen diferencias sustanciales en la calidad del trabajo ni en el nivel de estrés entre cualquier día de la semana; en otras palabras, no existe una razón objetiva por la que el lunes resulte «peor» que el miércoles o cualquier otro día. La diferencia, entonces, está en la percepción del día en contraste con el descanso, la emoción y el placer del fin de semana: mientras que el viernes se percibe como un buen día porque uno ya está anticipando lo que traerá el fin de semana, el lunes representa un cruel ‘regreso a la realidad’ luego del placentero fin de semana.

4. Te sientes más mal que cualquier otro día. Y con esto no nos referimos al aspecto emocional, sino al físico: es muy frecuente que durante el fin de semana te desveles —lo que puede repercutir en tu nivel energético del lunes— y/o abuses del alcohol, el tabaco, la comida o algunas otras sustancias que, si bien te pueden ayudar a relajarte, socializar y divertirte, dejan una serie de secuelas físicas que son difíciles de remontar: fatiga, falta de sueño, problemas estomacales, resaca o una percepción disminuida de uno mismo. Incluso una encuesta llevada a cabo por la agencia PHD señaló que 46 por ciento de las mujeres estadunidenses consideran que el lunes es el día que se sienten menos atractivas.

5. Tienes peor salud que el resto de la semana. Complementando la idea anterior, no es sólo que te sientas mal, sino que en efecto estás menos saludable que otros días: por ejemplo, diversas asociaciones médicas han encontrado que es el día de la semana en que uno pesa más y tiene mayor talla corporal —debido a los excesos del fin de semana—, que es el día en que la mayor parte de la gente registra la presión arterial más alta y, por si esto fuera poco, un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine sostiene que el lunes es el día en que uno es más proclive a sufrir un ataque cardiaco.

Con todo esto, ¿aún tienes dudas de por qué odias los lunes?