¡Borrachazo!

El imparcial.
Subdelegado de la Sedesol atropelló a una motociclista, chocó contra tres taxis y se estampó en una barda.

Carlos Díaz Aguirre, subsecretario federal de la Sedesol, ayer por la mañana, tras una noche de copas, causó un accidente automovilístico en el que resultó lesionada una persona, así como diversos daños a cinco vehículos y al muro de un taller mecánico ubicado casi frente a su domicilio.

Informes policiales revelan que el hijo del político, Heliodoro Díaz Escárraga, Carlos Díaz Aguirre, de 28 años de edad, luego de disfrutar de una noche con sus amigos en conocido bar situado sobre calzada San Felipe del Agua, salió del sitio en compañía de su amiga Edith Díaz Ordaz, quien es funcionaria del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyte).

Sin embargo, por el cansancio y por su presunto estado etílico, Carlos – a bordo de una camioneta marca Jeep, Grand Cherokee, color negro, con placas de circulación 125-TT para personas con capacidades diferentes- decidió trasladarse a su domicilio, ubicado en la calle Emilio Carranza a una cuadra de la terminal ADO.

Por causas hasta el momento desconocidas, alrededor de las 07:00 horas, lejos de abrir el portón de la vivienda, introdujo la reversa a la camioneta y casi enfrente de la misma, impactó los siguientes vehículos:

Una motocicleta marca Honda, tipo Cargo, de color guinda, sin placa de circulación, tripulada por Guillermo, de 43 años, quien viajaba con Antonia, de 41 años de edad, misma que resultó lesionada.

Asimismo, impactó tres taxis del sitio Radiotaxi ADO, el primero con placas de circulación 2917-SJL del estado de Oaxaca y marcado con el número económico 00255, en el cual se encontraba Jesús, otro con placas de circulación 5730-SJH del estado de Oaxaca, marcado con el número económico 00906, conducido por Cornelio, así como el taxi con placas de circulación 7397-SJH del estado de Oaxaca, marcado con el número económico 001048, conducido por Julio Aureliano.

Debido a la inercia, la camioneta Jeep Cherokee se subió la banqueta y derribó el muro del taller mecánico Ingeniería Ochoa Hermanos, sitio donde la camioneta quedó incrustada.

De inmediato, los taxistas rodearon la camioneta, pero se dieron cuenta que tanto el conductor como su amiga, estaban completamente dormidos.

Debido al atropellamiento, los ruleteros llamaron al número de emergencia 911.

Paramédicos de la unidad 047 de la Cruz Roja Mexicana fueron quienes arribaron al sitio indicado y atendieron pre-hospitalariamente a la señora Antonia, misma que en primera instancia fue llevada al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso.

Posteriormente, personal de la Policía Vial Municipal tomaron conocimiento del caso y llevaron arrestado a Carlos Díaz Aguirre, mismo que en primera instancia dijo llamarse Carlos Antonio Aguilar Carrasco, de 28 años. Durante la prueba de alcoholemia, los peritos supuestamente confirmaron que viajaba en tercer periodo de ebriedad.

Debido a las lesiones causadas a la señora Antonia, Carlos sería puesto a disposición de un juez de control, pero llegó a un arreglo con las partes, fue regresado a las instalaciones de la Policía Vial Municipal, ubicadas en la primera calle de Hidalgo, es por ello que obtuvo su libertad entre las 13:00 y 14:00 horas.

Por su parte, el ama de casa fue llevada del Hospital Civil a una clínica particular ubicada en la colonia Reforma.

Más tarde, por medio de Facebook, Carlos Díaz Aguirre escribió el siguiente texto:

«A la opinión pública y usuarios/as de las redes sociales

A los medios de comunicación

A mis amigos /as y familiares.

Hoy por la mañana tuve un lamentable accidente automovilístico, al que podemos estar expuestos todos y todas sean actores pasivos o activos.

De lo anterior tomaron conocimiento las autoridades de tránsito competentes y se siguió el procedimiento establecido.

Toda vez que resultaron daños y afectaciones a terceros, a través de los abogados de las partes e interesados/as otorgaron el perdón y suscribieron los desistimientos que marca la ley.

En primer lugar, a las y los afectados les reconozco su disposición, les manifiesto públicamente que se cumplirá lo pactado cabalmente y les ofrezco una muy sentida disculpa.

A quienes hoy me dirijo, de manera sincera también les ofrezco una disculpa; y entiendo que hay que respetar cualquier opinión y enfoque de estos lamentables hechos, incluso aquellos donde se pudiera advertir otra intención; así como a quienes me expresaron su preocupación.

Para mí, este lamentable accidente que afortunadamente no paso a mayores, es y será una experiencia de vida que desde hoy sé, me enseñará mucho; así mismo ojalá sirva para que todos y todas podamos extraer nuestra propia experiencia.

Como es de recordar, esta no es la única vez que Carlos se ve involucrado en escándalos mediáticos, pues en diciembre de 2014, cuando tenía el puesto de subdirector jurídico corporativo de Liconsa, supuestamente recibió como regalo de su padre, Heliodoro Díaz Escárraga, un Porsche Cayman, en esa época con un valor a 1.5 millones de pesos.

En un mensaje por medio de Facebook, supuestamente Díaz Escárraga, quien en ese momento tenía el puesto de coordinador de la zona Sur del Infonavit, escribió:

«Qué bien que Santa Claus te llevó mi regalo mijo (…) cuídalo eh?».

Esta publicación fue criticada por diversos sectores y como contexto estaban las elecciones a gobernador del estado de Oaxaca, es por ello que Díaz Escárraga además de desmentir el supuesto regalo del Porsche, tuvo que renunciar al cargo como coordinador para no afectar la imagen del entonces director del Infonavit, Alejandro Murat Hinojosa.

Estuvo al borde de la muerte

De igual manera, hace años, cuando Carlos cursaba educación media superior en una reconocida escuela, tuvo un incidente automovilístico, el cual lo mantuvo al borde de la muerte.

El choque ocurrió cuando Carlos y sus amigos viajaban a toda velocidad en un Seat León sobre calzada San Felipe del Agua; sin embargo, en la esquina con calle Jacarandas se estrelló contra un árbol.

Derivado del accidente Carlos quedó prensado y tuvo un serio golpe en la cabeza.

Durante la madrugada el entonces adolescente, fue trasladado de urgencia al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, sitio donde médicos estuvieron a punto de amputarle una pierna.

Debido a esta situación, Carlos fue llevado al entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México), a uno de los mejores hospitales privados donde permaneció hasta su recuperación.