No sólo México teme al impuesto fronterizo de Donald Trump

Excelsior

La medida, con la que ha amenazado constantemente el presidente Donald Trump a empresas con sede o plantas en Estados Unidos, es parte del plan republicano A Better Way, que popone una amplia reforma en seguridad, economía, impuestos y salud. Fue presentada al actual presidente y ha sido impulsada por los congresistas, que tienen mayoría en ambas cámaras.

De ser aprobada, se aplicaría un impuesto especial de 20% a todas las importaciones, ya sean productos terminados, partes o materia prima, mientras que las exportaciones de Estados Unidos quedan exentas. Además, las empresas ya no podrían deducir esas compras de sus impuestos, algo que pueden hacer hoy para fomentar la producción y la competitividad.

El objetivo, al menos en teoría, es apoyar a las empresas estadouinidenses y darles una ventaja competitiva que permita disminuir lo más posible el déficit de 503 millones de dólares que registró la balanza comercial en 2016, según datos del gobierno de ese país.

Y, aunque uno de los objetivos de esta medida es México (que aumentó sus exportaciones al norte y, por tanto, incrementó el superávit en 4.3% para sumar 63 mil 200 millones de dólares, los retailers estadounidenses están levantando la voz de alerta por los efectos negativos que se les vendrían encima.

Malas cuentas

De acuerdo con reportajes publicados en los portales Retail Dive y Supply Chain Drive, los seis mayores retailers de EU perderían hasta 13 mil millones de dólares en el primer año: Wal-Mart Stores Inc., Costco Wholesale Corp., Genuine Parts Co., Best Buy y Dick’s Sporting Goods Inc. Según este mismo análisis, las ganancias de Best Buy (que en 2016 sumaron 897 millones de dólares) quedarían “borradas” por el impuesto fronterizo.

De hecho, el CEO de Best Buy, Hubert Joly, es uno de los opositores más férreos del Border Adjustment Tax (BAT) y ha hablado con el presidente y los legisladores para detenerlo. “CReo que hay un número creciente de personas en Washington que entienden que se trata de una apuesta muy riesgosa con consecuencias potencialmente desastrosas para las familias”. Sin embargo, las previsiones son pesimistas y se cree que el impuesto fronterizo será aprobado a fines de este año.

De acuerdo con los cálculos, este impuesto generaría un millón de millones de dólares en los próximos diez años y compensaría la reducción de los impuestos corporativos, que bajarían de 35% a 20% si este paquete fiscal es aprobado. Sin embargo, los retailers se oponen porque el BAT obligaría a subir los precios de productos importados y, por tanto, afectaría a miles de estadounidenses.

Ante un panorama en el que muchos retailers podrían pagar hasta 10 veces más en impuestos, han creado una organización nacional llamada Americans for Affordable Products para presentarsus argumentos y hacer cabildeo en contra de la medida, que a más tardar en agosto ya debería ser debatida en el Congreso y, de ser aprobada, empezaría a aplicarse a fines de año.

La investigación revela que el impacto más inmediato se sentiría en ropa y calzado. Los precios en este rubro podrían subir más del 10%, lo que afectaría las ganancias y ventas de retailers del nivel de Target, Wal-Mart, Gap, Ascena, American Eagle Outfitters, Abercrombie & Fitch, Urban Outfitters y ELF Beauty;empresas que deberán decidir si pasan el costo del impuesto a los consumidores o lo absorben

Canadá también

Más al norte los efectos también serían notables y se sentirían de ambos lados de la frontera. Hay empresas de EU que dependen de los insumos canadienses para operar: como explica un post publicado en el blog del Fraser Institute, hay refinerías en el Midwest estadounidenses que sólo pueden procesar crudo de Canadá, que tiene características que no posee el petróleo extraído al sur de la frontera.

Otra industria canadiense seriamente afectada será la automotriz, que tiene una dinámica muy similar a la mexicana: hay una gran cantidad de cruces fronterizos de vehículos en proceso de ensamblado, antes de quedar terminados. En el caso de México y EU, hay piezas que cruzan hasta ocho veces la frontera.

Algo que genera esperanza en los tres países es que el BAT sería complicado de aplicar, al contrario de poner aranceles a productos determinados (lo que además permitiría dirigir la guerra comercial a rivales específicos y fuera del país). Ese podría ser el punto decisivo para que Donald Trump apoye o no su aplicación.