Fe y tradición en Oaxaca

El imparcial

Como cofradías que surgieron entre los años 1535 y 1539, los estandartes y relicarios son objetos de la religión Católica que distinguen a estos grupos y los representan durante las actividades religiosas en honor a un santo, por ejemplo, o durante la Semana Santa, como ocurre en estos días en la ciudad de Oaxaca.

El pasado martes estos objetos característicos de los Valles Centrales fueron conducidos de la Basílica de la Soledad hacia la Catedral Metropolitana, como parte de la Procesión Solemne de Entrada.

Durante Semana Santa, la unión de éstos, bajo el nombre de Hermandad de Estandartes y Relicarios de la Diócesis de Antequera Oaxaca, se observa en eventos como la Procesión del Silencio (Viernes Santo, por la tarde) y en el Pésame a la Virgen de la Soledad (ese mismo día, pero por la noche).

Antes, los días miércoles, jueves y viernes de esa semana, los estandartes se encuentran en la exposición en la Catedral Metropolitana.

Cada estandarte, con su respectivo relicario, representa a un templo, por lo regular de los Valles Centrales, donde es más fuerte esta tradición. Asimismo, se deja ver durante las celebraciones religiosas en honor al alguna imagen religiosa, cuyo templo es parte de la hermandad.

La historia

El señor Óscar Martínez Cuevas, presidente de la hermandad, explica que los estandartes y los relicarios surgen a mediados del siglo XVI, según archivos de fray Lucero, de la orden de los Dominicos.

Así, empiezan a nacer las demás cofradías en toda la ciudad de Antequera, cada una de las cuales tenía un oficio y cada uno de los oficios tenía un santo patrón, que es la imagen de los relicarios que se observan en los estandartes.

Las cofradías tenían como finalidad el rezo del Santo Rosario, tres veces al día. Uno a las 04:00 o 06:00 horas, otro a las 12:00 o 15:00 horas y el último a las 18:00 horas, con los objetivos de dar gracias a Dios por el comienzo de un día más y para pedirle por una noche tranquila.

La hermandad agrupa a 155 estandartes, de los cuales 105 son grandes y 50 pequeños, que representan a cada cofradía surgida en la ciudad de Antequera. Por ejemplo, la de los panaderos, en el Ex Marquesado; la de los hortelanos, en Trinidad de las Huertas; la de los tejedores, en Xochimilco, y así, en cada uno de los barrios de la ciudad.

Significados

Un estandarte está realizado con determinados materiales y consta de varios elementos. En una estructura de madera se encuentra la felpa que además de soporte simboliza el cosmos. Dentro de ella, se observan elementos decorativos a los que se les denomina alegorías. Por ejemplo, en la parte alta, sobre una esfera (que simboliza el mundo) hay una cruz, la cual representa a Dios hijo sobre todas las cosas.

Al centro, está el relicario, en el que se observa la imagen religiosa de la cofradía en cuestión.

Dentro del estandarte hay otros símbolos que representan a Jesucristo, María Virgen y San José, las tres divinas personas.

Asimismo, un sol y una luna, que representan al día y la noche, respectivamente. Además de estrellas, en el interior de la felpa, y al final unos ramos de flores, que simbolizan la humanidad y la ofrenda al Dios que está en todo lo alto.

En las alegorías hay también elementos prehispánicos, según explica el señor Óscar Martínez Cuevas: «porque cuando sucede la Conquista, nuestros antepasados muy difícilmente dejaron de creer en su dioses, entonces, por medio de la simbología, los ocultaron dentro del estandarte, por ejemplo el sol y la luna».

En el perímetro de la felpa hay también dos golpes de galón dorado, que bajan de las uniones de la parte superior. Las dos filas de galón están colocadas como una forma de representar lo infinito del cosmos, pues no se distinguen el inicio o el fin.

De la cruz, donde se ubica Jesucristo, descienden unos cordones; lo que quiere decir que él cubre al cosmos a través de su poder.

Durante los recorridos de los estandartes, hay un vocal de vigilancia, quien se encarga del orden al interior de la hermandad y que durante los recorridos las personas que portan los estandartes lo hagan de acuerdo con las reglas.

Cuando existe alguna festividad religiosa de algún miembro de la hermandad, las demás cofradías son invitadas por el mayordomo para acompañarle y el estandarte del santo en cuestión hace lo mismo en las demás festividades: «tú vas a mi fiesta y yo voy a la tuya, y nos ayudamos mutuamente; de esa manera, los estandartes estamos comprometidos a ir a las festividades de todos los hermanos que nos inviten y estén participando».

Dependiendo de las fechas de las festividades religiosas, llegan a participar entre 60 y 70 estandartes, pues algunos responsables de las cofradías tienen dificultades para asistir y coincidir.