«¡Todos somos Cataluña!» Piden la unidad de España

Con banderas españolas y catalanas, miles de personas protestaron en Barcelona contra la declaración de independencia de Cataluña.

Barcelona

Miles de personas marcharon en el centro de Barcelona contra la declaración de independencia realizada el viernes por el Parlamento de Cataluña y en favor de la unidad de España.

«Todos somos Cataluña» es el lema de esa marcha organizada por una entidad denominada Sociedad Civil Catalana (SCC) que cifró en 1.1 millones de personas la presencia, mientras que la Guardia Urbana de Barcelona habló de 300 mil manifestantes.

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En la convocatoria participaron dirigentes de Ciudadanos (liberales), PSC (socialistas) y PPC (centroderecha), los tres grupos que abandonaron el hemiciclo catalán el viernes antes de la votación de la resolución sobre la independencia de Cataluña.

Horas después el Consejo de Ministros del Gobierno español, previa autorización del Senado, decretó el cese de todo el Gabinete regional y la disolución del Parlamento autonómico, con la convocatoria de elecciones para el próximo 21 de diciembre.

En la cabecera de la manifestación figuraban dirigentes políticos, incluida la ministra española de Sanidad, la catalana Dolors Montserrat.

A lo largo del recorrido, caracterizado por un ambiente festivo y reivindicativo, se vieron numerosas banderas españolas, pero también catalanas y europeas, y cánticos de «viva España» y «viva Cataluña».

Al final de la manifestación tomaron la palabra el ex ministro del PP, Josep Piqué; el ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, y ex líder del Partido Comunista Español, Paco Frutos.

Los tres abogaron por la convivencia y la concordia y rechazaron los intentos de dividir a los catalanes que atribuyeron a los independentistas.

El manifiesto leído por los organizadores apeló a la sensatez para superar la actual crisis y volver a la legalidad y la convivencia pacífica.

«Un momento dramático»

«Ha sido una locura que nos ha llevado al precipicio», repudió Álex Ramos, vicepresidente de SCC, en referencia a la proclamación de la república por la mayoría independentista del parlamento catalán y no reconocida por ningún país.

«Es un momento dramática en la historia de España, un momento tremendamente difícil y peligroso», advirtió el ex presidente del Parlamento europeo, el catalán Josep Borrell, pidiendo a los manifestantes «serenidad» para «seguir viviendo juntos».

Y es que en esta región con 7,5 millones de habitantes, con un idioma propio pero muchos de sus habitantes procedentes de otras partes de España, la sociedad está dividida a partes iguales sobre la secesión.

Y ahora viven en realidades paralelas: mientras unos creen estar en una república independiente, otros se muestran aliviados tras la intervención del gobierno español, a quien piden más mano dura.

«¡Puigdemont a prisión, Puigdemont a prisión!», gritaban en la marcha sobre el presidente regional Carles Puigdemont, destituido el viernes por Mariano Rajoy.

«Nos han tomado el pelo. Es ilegal lo que han hecho», reprocha a los independentistas Miguel Ángel García, jubilado de 70 años. «Si Madrid no hace pagar responsabilidades, judicialmente o como sea, me sentiré estafado completamente».