Educa sin castigos a tus hijos

Ciudad de México.-Los castigos físicos son vistos mal socialmente, pero los castigos emocionales y la violencia verbal pueden ser igual de hirientes y dejan huella en hijos y padres. Un niño castigado con frecuencia, lejos de corregir su conducta se volverá rebelde o sumiso y esto afectará su futuro.

La crianza con apego propone una forma de tratar a tus hijos con firmeza, pero amorosamente y con respeto. Educar sin castigos es posible, y estos son los primeros pasos que debes dar para tener un vínculo fuerte y duradero con tus hijos.

1. Regula tus propias emociones: Si reaccionas con impulsos cada vez que hace algo que no te gusta, él aprenderá que esa es la reacción que debe tener, así que mejor relájate.

2. Establece un vínculo de confianza: Sé congruente con tus acciones y establece una relación con él, respeta sus sentimientos y guíale con cariño. Este vínculo prepara el terreno para exista respeto entre ambos.

3. Corrige con empatía: Establece los límites y si tus hijos los sobrepasa, trata de ponerte en su lugar antes de corregirle, así se sentirá comprendido y tendrá más disposición para aceptar tu punto de vista. Puedes decirle, por ejemplo, “sé que estás muy enojado, pero no permitiré que le pegues a tu hermano”.

4. Ten en cuenta cómo aprenden los niños: Recuerda que los niños aprenden gradualmente, de acuerdo a su edad y sus condiciones. Sé paciente y no esperes cambios de la noche a la mañana.

5. Perdónate a ti mismo: Si te sientes culpable por situaciones pasadas, haz las paces contigo mismo, perdona a tus padres y empieza de nuevo. Tu hijo te necesita en equilibrio.

6. Sé constante: Los niños son extremadamente sensibles a las incoherencias e incongruencias, así que evita regresar a las conductas explosivas y reflexiona siempre sobre el manejo de tus emociones

Cada día será una aventura diferente. Te equivocarás, pero estarás bien y tu hijo también lo estará si se siente seguro y amado. Dejar los castigos en el pasado no quiere decir que no estés en control, ni que le dejarás hacer lo que le venga en gana; al contrario, estarás en una posición de firmeza que se construirá con respeto mutuo y confianza.