Implican a maestro de danza en “narcomenudeo”

MILENIO

Joshue Lailzón fue aprehendido por agentes de Tránsito el 29 de enero y tras ser subido a una patrulla, le “sembraron” droga, según su familia; está preso en el Reclusorio Norte.

La actuación de los policías de Ciudad de México en el caso de Marco Antonio Sánchez el pasado 23 de enero no es un hecho aislado. La familia de Joshue Lailzón, un maestro de danza del Tecnológico de Monterrey, vivió momentos de angustia luego de que el joven de 29 años fue detenido por uniformados capitalinos el pasado lunes.

Su hermana, Jéssica Lailzón, cuenta desde el Reclusorio Norte, donde su hermano está detenido, que el pasado 29 de enero Joshue salió de casa cerca de las tres de la tarde para dirigirse a la universidad, cuando seis elementos, con números de moto MXMJ49, MXMJ15 y de la camioneta MX00J1, le exigieron al joven que se detuviera. Joshue transitaba sobre la avenida Eduardo Molina, entre Talabarteros y Peluqueros, cerca de la colonia 20 de Noviembre.

“Al no identificarse como policías de Tránsito, mi hermano no se detiene y sigue su camino. Cuando se da cuenta que los uniformados comienzan a seguirlo, mi hermano se detiene, muy cerca de mi casa”, cuenta Jéssica.

“Cerca del domicilio, los policías bajan a Joshue de la moto y comienzan a golpearlo, a amedrentarlo”. Vecinos de la zona, como consta en videos, grabaron la agresión contra Joshue de los uniformados, quienes dejaron lesiones graves en el cuerpo del maestro.

En las imágenes también consta cómo Joshue es despojado de su motocicleta, la cual fue subida a una camioneta pick up, y de sus pertenencias, una mochila negra donde cargaba un Ipad, un cuaderno y algunas monedas.

“Lo único que conservó mi hermano fue su celular, con él pudo documentar cómo adentro de la patrulla, donde lo trasladaban, los policías continuaron agrediéndolo, diciéndole que se lo iba a cargar la chingada y donde además grabó a policías que revisaban su mochila y que ponían cosas en ella”, dijo Jéssica.

“Incluso, calles adelante del lugar de su detención, otro policía subió a la patrulla exclusivamente para golpearlo”.

Joshue fue trasladado a la Fiscalía Antisecuestro ubicada en avenida Jardín. Poco antes de llegar al lugar, donde fue despojado de todas sus cosas, Joshue pudo avisar a su hermana dónde se encontraba, “de lo contrario ahorita seguiríamos buscándolo, porque nunca nos avisaron nada; los policías nunca se identificaron”.

El abogado de Joshue, contratado por la familia, tuvo acceso a la fiscalía después del martes. Luego de ello, el joven fue trasladado al Reclusorio Norte, donde le imputaron el delito de narcomenudeo.

La defensa del maestro de danza argumenta que los policías que lo detuvieron le sembraron 73 envoltorios de mariguana en la mochila luego de detenerlo.

Sin embargo, los videos de los vecinos evidencian que los elementos policiacos le quitaron la mochila y posteriormente la inspeccionaron.

“Sentimos una impotencia por no contar con los medios para esclarecer este hecho, porque le están imputando este delito por cubrir la cuota, porque no saben qué hacer, porque estos policías no están capacitados para nada”, cuenta Jéssica, quien no se ha separado de su hermano desde el momento de su detención.

“Mi hermano es una persona íntegra, es un bailarín profesional, da clases, está en obras de teatro, está entregado a la cultura. Tiene presentaciones, es trabajador, estudia, es una persona honorable.

“Es una tristeza enorme que por este tipo de cosas, porque a los policías, los malos policías de esta ciudad que tienen que cubrir una cuota de presentaciones, no se den cuenta que le pueden cambiar la vida a una persona y a una familia de manera definitiva”.

Autoridades del gabinete de Seguridad reconocieron que en el caso de Marco Antonio Flores Sánchez los policías preventivos que participaron violaron varios protocolos como no dar aviso a sus superiores y no reportar el hecho al C2.

En el caso de Joshue, la defensa espera probar algo similar, además de demostrar que la detención se realizó de manera arbitraria y sin prueba o denuncia alguna de que se dedique al narcomenudeo.