Ciudad de México
Juan Díaz de la Torre, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), inauguró el Séptimo Congreso Nacional Extraordinario del magisterio, que se desarrollarán desde hoy hasta el miércoles, y del que se espera salga reelecto en la dirigencia.
«Declaro legalmente instalados los trabajos del Séptimo Congreso Nacional Extraordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y son válidos los acuerdos a que en él se lleguen, hago votos por que toda la discusión y los resolutivos y el sentido de nuestro evento sirva para bien de México, para bien de la escuela y la educación pública y para gloria del magisterio de México», dijo.
El secretario general del SNTE encabezó los trabajos a pesar de que un juez federal concedió una suspensión provisional a tres maestros de Baja California que impugnaron la toma de nota de la sesión extraordinaria de Consejo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que se celebró en 2013, medida cautelar que no afecta la dirigencia de Juan Díaz de la Torre.
Pasadas las 10:00 horas, Díaz de la Torre ingresó por un acceso alterno al Centro Internacional de Convenciones de Puerto Vallarta en el que alrededor de cuatro mil maestros delegados convocados esperaban el inicio de los trabajos.
La suspensión tiene vigencia hasta el 15 de febrero, tiempo en el que el líder sindical no podría ostentarse como titular de la presidencia del Consejo General.
De acuerdo con Venancio Morales, uno de los profesores promotores del amparo, en el lugar hay personal del Ministerio Público para certificar que se está realizando el Congreso, lo cual, dijo, podría constituirse en un desacato a una orden judicial.
Ayer, maestros de diversas regiones del país advirtieron que perseguirán penal y laboralmente a Juan Díaz de la Torre, e informaron de la presentación de más amparos en 30 entidades del país, salvo Oaxaca y Yucatán, con la finalidad de que se anule el acuerdo del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje del 12 de marzo de 2013.
El centro de convenciones se ubica en el norte de la ciudad y está resguardado con al menos tres retenes de policía estatal y al menos cinco patrullas de Policía Federal circulando por los alrededores y el acceso es controlado.