Día de la Mujer: 6 pintoras mexicanas que recuperar

MILENIO

El impacto del muralismo mexicano opacó el trabajo de otros artistas de gran calidad, como el de estas 6 pintoras cuyos aportes al arte mexicano son innegables.

Ciudad de México

La importancia artística y el impacto mundial causado por el muralismo mexicano durante la primera mitad del siglo XX, llevó a que este movimiento opacara o hiciera sombra al trabajo de varios otros artistas, hombres y mujeres cuyos aportes plásticos y estéticos al desarrollo del arte mexicano son innegables y reconocidos.

Es el caso de las seis mujeres pintoras a quienes recordamos aquí a propósito del Día Internacional de la Mujer, no sólo por sus logros artísticos, sino también porque en su vida lucharon por la reivindicación del papel y la fuerza de las mujeres en el arte y la cultura.

1.- María Izquierdo (Jalisco 1902-CdMx, 1955). Fue la primera pintora mexicana en exponer su obra fuera de México en 1930, en el Art Center de Nueva York. Su trabajo muestra el uso de intensos colores y temáticas que incluyen autorretratos, paisajes, naturaleza y muestras claras de surrealismo. Su obra está incluida en el contexto del arte posrevolucionario y sus pinturas tienen importantes vínculos con el arte de vanguardia, pero relacionados con la mexicanidad. Se negó a representar el mestizaje como lo plasmó el muralismo y abrió su propio camino estético contrastando colores brillantes y fuertes con atmósferas sombrías en tonalidades ocres y terrosas. En 1936, cuando el poeta francés Antonin Artaud visitó México, comentó: “Incuestionablemente María Izquierdo está en comunicación con las verdaderas fuerzas del alma indígena”.

                 ‘Clase de Ballet’, María Izquierdo (Especial)

2.- María del Carmen Mondragón Valsecamejor conocida como Nahui Olín (CdMx, 1893-1978). Nacida en una familia acaudalada del porfiriato, de niña y adolescente vivió en París, donde estudió danza clásica, pintura, literatura y teatro. Regresó a México y en 1913 se casó con el pintor Manuel Rodríguez Lozano. Juntos vivieron en París donde compartieron con vanguardistas. Durante la Primera Guerra Mundial se refugiaron en España donde ella empezó a pintar.

En 1921 volvió a la Ciudad de México y se sumergió en la vida artística del país, donde resaltó por sus ideas de avanzada, su actitud provocadora, su papel de modelo de varios importantes pintores y sus varios matrimonios. Aquí se relacionó con Gerardo Murillo, el Dr. Atl, y en esa etapa tomó el nombre de Nahui Olin (cuarto movimiento o perpetuo movimiento en náhuatl). Fue integrante de la Unión Revolucionaria de Obreros, Técnicos, Pintores, Escultores y Similares desde 1924 y en 1935 fundó la Liga Feminista de Lucha contra las Toxicomanías. Rechazó hacer una película en Hollywood porque consideró que se le “explotaba sexualmente”.

Su obra pictórica se inscribe dentro del naíf, caracterizado por la espontaneidad y la ingenuidad. Hizo múltiples autorretratos y recreó imágenes típicas de México como parques, mercados y pulquerías. Otras de sus obras se caracterizan por su erotismo y su exploración de la sexualidad. Participó en una exposición colectiva en Bellas Artes en 1945, junto con pintores como Pablo O’Higgins y José Clemente Orozco.

                   ‘Autorretrato’, Nahui Olín (Especial)

3.- Aurora Reyes Flores (Chihuahua, 1908-CdMx, 1985). Fue la primera exponente femenina del muralismo mexicano. Nieta del general Bernardo Reyes y sobrina de Alfonso Reyes, la Revolución y la persecución política trajeron a su familia a la CdMx. Cuando la situación se tranquilizo asisitó a la Escuela Nacional Preparatoria donde conoció a Frida Kahlo, su entrañable amiga a quien le dedicó la obra Retrato de Frida frente al espejo (1946).

De 1921 a 1923, fue estudiante en La Escuela Nacional de Bellas Artes. En 1925 tuvo su primera exposición individual en la galería ARS. Expuso su obra en el Salón de la Plástica Mexicana y participó en exhibiciones colectivas en Francia, Cuba, Estados Unidos y México. Durante su vida creo siete murales. En 1936, completo su mural Atentado a los maestras rurales, en el Centro Escolar de la Revolución. Entre 1960 y 1972 pintó cuatro murales en el Auditorio 15 de Mayo, en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En 1978 terminó su sexto mural en la casa de Hernán Cortés en Coyoacán.

A pesar del éxito en su carrera y de su extrovertida personalidad, murió casi olvidada, el 26 de abril de 1985 en la CdMx. Sus cenizas fueron enterradas en las raíces de una magnolia que ella había sembrado en el jardín de su casa en Coyoacán.

 Detalle de mural, Aurora Reyes (Especial)

4.- Lilia Carrillo (CdMx, 1930-1974). Artista plástica a quien se ubica en la Generación de la Ruptura. Recibió una educación artística tradicional en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Viajó a París en los años cincuenta y estudió en Academia de la Grande Chaumiére, en donde comenzó a transformar su estilo y a mostrar una cercanía con el informalismo abstracto. Expuso por primera vez en la Maison du Mexique en París y luego en 1954 en la colectiva Artistas Extranjeros en Francia. En Europa exhibió su obra y recibió la influencia de las vanguardias, como el cubismo, el surrealismo, el expresionismo abstracto e informalismo abstracto.

En 1956 regresó a México y dos años más tarde comenzó a exponer en la galería Antonio Souza. Comenzó a ser reconocida en México y fue invitada a participar en algunas exposiciones celebradas en el Museo de Arte Moderno. Carrillo abandonó el estilo geométrico abstracto con el cuál había pintado algunas obras famosas como su Auto Retrato en 1950 y se entregó libremente a la expresión (des)figurativa. En 1960 se casó con Manuel Felguérez.

En 1951, Lilia Carrillo había sufrido una caída de un andamio que tuvo repercusiones veinte años después, provocándole un aneurisma en la médula espinal. Siguió pintando durante cuatro años de hospitalizaciones y tratamientos médicos. Murió en 1974 a los 41 años de edad, dejando su última obra a la que se le tituló Inconclusa.

‘Frente al río’, Lilia Carrillo (Especial)

5.- Cordelia Urueta Sierra (CdMx, 1908–1995). Hija del escritor y diplomático Jesús Urueta Siqueiros, la artista mexicana es conocida por el uso del color y la abstracción sin abandonar la figura humana. Nació en una familia intelectual y artística, relacionada con el pintor David Alfaro Siqueiros y el educador Justo Sierra. No tuvo una formación artística formal extensa, pero empezó a dar clases de arte, lo que le permitió conocer a varios artistas mexicanos contemporáneos, incluyendo a su marido Gustavo Montoya.

Después de un tiempo en París y Nueva York, regresó a México en 1950 para dedicarse a la pintura, exhibiendo en México y en el extranjero en los años cincuenta y sesenta. Ganó el Premio Nacional de Arte, pero lo rechazó. Tuvo sus mayores logros artísticos a finales de 1950 e inicios de 1960. Formó parte de un amplio círculo intelectual y artístico.

Sentía que el uso del color expresaba mejor sus emociones. Su obra es conocida por esto y se le considera una de las “grandes coloristas” de México”. Su trabajo más tardío fue más abstracto aunque con referencias a la forma humana, mostrando influencia de Tamayo. Se le conoce también como la “Gran dama del arte abstracto”.

En 1965, después 26 años de matrimonio, se divorcia de Montoya. Murió a los 87 años, en 1995, después de una larga enfermedad.

 ‘Ángeles de la noche’, Cordelia Urueta (Especial)

6.- Olga Costa, nombre artístico de Olga Kostakowsky Fabricant (Alemania, 1913 – Guanajuato, 1993). Sus padres, Ana Fabricant y Jacobo Kostakowsky, originarios de Odesa, Unión Soviética (hoy Ucrania), emigraron en 1909 a Alemania. Vivieron en Leipzig donde nacieron sus dos hijas: Olga y Lya. Se trasladaron a Berlín debido a la profesión de su padre, violinista, director de orquesta y compositor. Por su activismo político e ideas socialistas, Jacobo Kostakowsky estuvo en la prisión de Baviera. Cuando le otorgaron la amnistía, la familia decidió emigrar a México. Llegaron el 7 de septiembre de 1925 al Puerto de Veracruz a bordo del barco Espagne. Se establecieron definitivamente en la Ciudad de México.

Atraída por la obra de Diego Rivera, Olga se inscribió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas en la Academia de San Carlos (ENAP) en 1933. En el taller de litografía de la ENAP, conoció al pintor José Chávez Morado y en 1935 contrajeron matrimonio.

En 1941 fundó la Galería Espiral junto con Angelina Beloff, Feliciano Peña y Francisco Zúñiga, de la cual fue directora. En ese año diseñó escenografías y vestuarios para el Ballet Waldeen.

En 1943 participó como cofundadora de la Sociedad de Arte Moderno que, dirigida por Susana y Fernando Gamboa, fue la primera galería que logró montar en México importantes exposiciones como la presentación de la obra de Picasso.

Inés Amor, directora de la Galería de Arte Mexicano, la invitó a preparar su primera exposición individual en 1945. A partir de ese momento participó regularmente en exposiciones individuales y colectivas.

Sobre su obra, Raquel Tibol señaló: “No necesitó de aprobaciones foráneas para descubrir en la producción plástica mexicana atributos muy propios y muy elevados, que muchas veces ni siquiera habían logrado ser reconocidos nacionalmente. Transitó del arte ingenuo al naturalismo, al esquematismo geométrico y al neofauvismo, persiguiendo un refinamiento cromático cada vez mayor, más sugerente, más inventivo”.

                ‘Hermanitos’, Olga Costa (INBA)