Jamiroquai arma la fiesta
EXCELSIOR
La banda británica ofreció un concierto la noche del martes en la Arena Ciudad de México, donde interpretaron temas como Main Vein, Space Cowboy, Cosmic Girl, Runaway y Automaton
CIUDAD DE MÉXICO.
Cinco años tuvieron que pasar para que los mexicanos amantes del funk y del acid jazz británico de Jamiroquai repitieran la experiencia de verlo y escucharlo en vivo.
La banda liderada por Jay Kay y conformada por Derrick McKenzie, Sola Akingbola, Rob Harris, Matt Johnson, Paul Turner, Hazel Fernandes, Valerie Etienne, Elle Cato y Nate Williams —el integrante más reciente— ofreció la noche del martes una cátedra de cómo debe ser una fiesta, que duró 120 minutos.
A las 21:15 horas, las luces se apagaron y una introducción ambientada con estrobos anunció que Jamiroquai estaban a punto de tomar el escenario de la Arena Ciudad de México y enloquecer a las 22 mil personas que abarrotaron el recinto de Azcapotzalco.
Los estrobos blancos y la oscuridad del recinto hicieron que aquellos que llegaron retrasados por el tránsito y la lluvia de la tarde corrieran a encontrar su lugar para disfrutar del show. Así, con las primeras notas de Shake It On la fiesta había comenzado oficialmente.
El público recibió a los músicos con una ovación que se hizo más grande cuando Jay Kay apareció en el escenario con el ya característico penacho que lo define en cada actuación, sólo que esta vez el británico optó por uno más moderno, un penacho que encendía y cambiaba de colores al mismo tiempo que abría sus metálicas plumas y las cerraba al mando de la programación.
Mientras los músicos británicos hacían lo suyo el público tomaba su papel de espectador: los celulares no tardaron en aparecer para capturar el momento, que incluyo el uso de la mitad de la pantalla central, donde un mapa digital del mundo con la leyenda “Global Infrastructure Compromised, Sat Link”, se iluminó en rojo.
“Muchas gracias Ciudad de México, es lindo estar de regreso”, lanzó Kay arrancando una ovación al terminar Little L. El vocalista, quien usó un colorido saco, les dijo a sus fans que tocarían un tema que hace mucho no presentaban; así, con Main Vein, los seguidores más férreos de la banda no pararon de cantar.
Con un diseño de iluminación que se iba adaptando a cada tema y que parecía que hasta los momentos de oscuridad estaban programados con los silencios entre canciones, Kay desató la locura cuando anunció Space Cowboy.
El hit con el que se dieron a conocer de forma global en los años 90 hizo bailar al público, que se mantuvo de pie durante las dos horas de show que la banda ofreció en su regreso a México, para mantener la fiesta por todo lo alto con Alrighty Cloud 9.
Superfresh y Use the Force, le dieron continuidad a los gráficos, que fueron tomando su protagonismo en la pantalla, como la manera en la que corrían las pantallas de las computadoras de finales del siglo XX, los engranes digitales que simulaban el mecanismo interno de un circuito informático o las figuras de caminos y pirámides que se formaban.
El tiempo pasaba, la gente cantaba y Jamiroquai tocaba haciendo recordar a muchos sus años universitarios, fue así como llegó Cosmic Girl, Runaway, Automaton y Seven Day Sunny June.
Y mientras el penacho de Jay Kay no paraba de cambiar de color, el cantante regalaba sonrisas a sus fans mientras temas como Canned Heat y Love Foolosophyse apoderaron del lugar.
De pronto un “Muchas gracias”, en español, salió de la garganta de Kay, anunciando que era momento de terminar la fiesta; pero tanto la banda como el público sabía que eso no era posible sin Virtual Insanity, con la que los británicos regresaron al escenario para complacer a sus fans y reafirmar su lugar dentro de la música internacional.