Histórico 1968: el ejército ocupa Ciudad Universitaria

EXCELSIOR

La Segob adujo que las instalaciones universitaria estaban siendo ocupadas para actividades que no eran académicas y los jóvenes se habían arrogado la representación de todo el magisterio y el estudiantado del país y aun la del pueblo entero

CIUDAD DE MÉXICO.

La noticia principal de Excélsior en su edición del 19 de septiembre de 1968 fue: “La Ciudad Universitaria fue ocupada anoche por el Ejército”. Esa información fue ilustrada con una fotografía de decenas de estudiantes tirados en el piso boca abajo. Están rodeados por soldados. Y esperan ser trasladados a la Jefatura de Policía, se lee en el pie de la foto.

La ocupación de CU ocurrió a partir de las diez de la noche del 18 de septiembre de 1968. Ese mismo día, desde la Secretaría de Gobernación, a los estudiantes les fue lanzado un aviso, una advertencia: “Se tomó debida nota del contenido del segundo párrafo de su escrito. Como no se establece claramente la relación que su solicitud pueda tener con la celebración de la XIX Olimpiada, para el caso de que su intención sea amenazar con actos que tiendan a impedirlos o estorbarlos, le reitero la decisión del gobierno de hacer uso de los recursos legales para que puedan efectuarse normalmente los Juegos…”

La nota de los hechos en Ciudad Universitaria que se publicó hoy hace 50 años dice:

“El Ejército ocupó anoche la Ciudad Universitaria, desalojó a los estudiantes de facultades y escuelas, detuvo a un número indeterminado de alumnos, maestros, padres de familia y autoridades administrativas de la propia UNAM y rodeó la zona.”

De acuerdo con la información de la ocupación de la máxima casa de estudios, la operación se realizó sin violencia. No hubo resistencia por parte de los estudiantes.

De acuerdo con la información obtenida por Excélsior y publicada el 19 de septiembre de 1968, previamente a la ocupación del Ejército de CU, estudiantes y autoridades de la Secretaría de Gobernación se reunieron en el edificio de esta dependencia, en la que no se llegó a ningún acuerdo. Aunque no se profundizó sobre qué hablaron, o cuál fue el tono del encuentro, y si en todo caso a los estudiantes les avisaron que se realizaría ese operativo militar.

“Hasta las primeras horas de hoy (19 de septiembre de1968), el Ejército sólo había ocupado CU. No hubo novedad en el Instituto Politécnico Nacional, ni en ninguna de las preparatorias de la UNAM u otros planteles de enseñanza de esta capital”, se lee en la nota principal del diario.

También se informó que El Periódico de la Vida Nacional envió varios reporteros a la Ciudad Universitaria, a otros centros de enseñanza y a la Procuraduría del Distrito Federal. Éstas fueron las informaciones que proporcionaron: Los generales Gonzalo Castillo Urrutia y José Hernández Toledo dirigieron la operación en Ciudad Universitaria. Estuvieron al mando de diez mil soldados, aproximadamente, que utilizaron equipo mecanizado. Fueron movilizados tanques ligeros, carros de asalto, transportes militares y jeeps. Poco después de las 22:00 horas, fue cortado el tránsito en la zona comprendida de Copilco hasta casi cerca de la Villa Olímpica; a lo largo de esa ruta hubo soldados apostados cada tres metros, y también cerca de 50 camiones del Ejército con guardias. Al entrar en CU, los soldados se dirigieron a la Rectoría. Para entrar a ella rompieron un cristal. Jorge Ampudia, secretario general auxiliar, entregó las llaves y los inventarios a un teniente no identificado.

Sobre estos hechos, la dependencia responsable de informar públicamente del operativo fue la Secretaría de Gobernación, con quien se habían reunido los estudiantes y quienes habían interpretado como una amenaza parte de la carta que el CNH les había enviado el 10 de septiembre anterior.

En un comunicado de prensa, que Excélsior tituló: “Declaración oficial del gobierno federal”, donde la Segob afirmaba que “la universidad es parte integrante del territorio”, se lee:

El gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, emitió anoche la siguiente declaración en torno a la intervención militar en la Ciudad Universitaria:

La Secretaría de Gobernación informa al pueblo sobre los motivos que han determinado la presencia de la fuerza pública en algunos planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México: “Es del dominio general que varios locales escolares –que son edificios públicos, por ser propiedad de la Nación y estar destinados a un servicio público–, habían sido ocupados y usados ilegalmente, desde fines de julio último, por distintas personas, estudiantes o no, para actividades ajenas a los fines académicos. Estas mismas personas han ejercido el derecho de plantear demandas públicas; pero también, casi desde el anonimato, han planeado y ejecutado actos francamente antisociales y posiblemente delictuosos. Desatendieron además, las exhortaciones formuladas por el C. Rector y otros funcionarios, destacando de hecho su legítima autoridad interna, arrogándose la representación de todo el magisterio y el estudiantado del país y aun la del pueblo entero, habían estado coaccionado a gran número de maestros y alumnos que quieren laborar normalmente y que se han visto imposibilitados para hacerlo”.

El comunicado oficial de Gobernación de hace 50 años señalaba que “se ha esperado con toda paciencia que volviera la cordura y se restableciera la normalidad interna en ese centro de enseñanza superior; pero esto no sucedió, a pesar del tiempo transcurrido. Las autoridades universitarias carecen de los medios materiales necesarios para restablecer el orden dentro de sus respectivos planteles y poder ejercer el derecho de regirlos sin interferencias ajenas y con plena autonomía. Constitucionalmente, es facultad y obligación del gobierno federal, mantener el orden jurídico general, que incluye el orden interno universitario, en todo el territorio nacional, del que también la Universidad es parte integrante”.

Según la información publicada hoy hace 50 años, en la Facultad de Derecho los soldados encontraron 100 bombas Molotov.

La bandera nacional, que ondeaba a media asta desde el 29 de agosto, fue arriada por elementos del Ejército, doblada por los soldados y llevada a la rectoría. Allí fue custodiada por oficiales del Ejército.

Ifigenia Martínez, actualmente senadora de la República por Morena, y en 1968, directora de la Facultad de Economía, fue arrestada, junto con otros profesores y personal administrativo. Sin embargo, los líderes del CNH no. Unos fueron avisados antes de que entrara el Ejército y salieron por piernas y otros, según la información de Excélsior tenía una asamblea en el Monumento a la Madre.

Tres horas después de la ocupación militar de CU, a la una de la mañana del 19 de septiembre, los estudiantes se organizaron y empezaron a realizar mítines. Uno en la Ciudadela, otro en Tlatelolco y en otros puntos del centro de la Ciudad de México. Incluso se reportaron destrozos en la avenida Bucareli, a la altura del Reloj Chino, cerca de la secretaría de Gobernación, como la desinstalación de cables del tranvía, que quedó sin servicio.

En la nota periodística se lee que fue a las tres de la mañana, hora en que terminó el traslado de estudiantes detenidos de CU a las instalaciones de la Procuraduría del Distrito Federal. Excélsior publicó fotografías de camiones del Ejército repletos de jóvenes. También de un grupo de mujeres, sentadas en la explanada de la rectoría, en el momento en que llegó el Ejército a CU.

En ese primer momento, se pudieron obtener los nombres de 22 estudiantes de Derecho, Medicina, Arquitectura, Filosofía y Letras y Comercio, que fueron llevados presos:

Manuel Lerma, Alfonso Pousa, Francisco Gallegos, Ezequiel Pantoja Castillo, Sergio Rodríguez, Francisco Mendoza L., Jesús Burguete Constantino, Luis Manuel Torres Palacios, Gregorio Domínguez García, Federico Vilchis Melgarejo, Agustín Cruz Páez, Enrique Morales Fuguerola, Ángel Miguel Mejía, José Chávez Salinas, Eugenia Valero Becerra, Manuel Adrián Luna Aguirre, María del Socorro Mastachi Uriza, Esperanza Fuente de la Fuentes, Silvia Cortés Jácome, Francisco Moreno Espinosa y Domingo Zamora González.

Por ese operativo publicado hoy hace 50 años en Excélsior, también se conoció que Eduardo Langle Martínez, primer subprocurador del Distrito y Territorios Federales, había informado que se citó a todos los agentes del Ministerio Público del Sector Central en la Procuraduría y que todas las policías estaban en estado de alerta.