De buenos bigotes

NUEVA YORK.

Han pasado casi 38 años desde que inició la serie Magnum P.I., y su pro­tagonista, Tom Selleck, está más que orgulloso de ese pro­yecto. Pero este año la cadena CBS presentó una nueva ver­sión llamada sólo Magnum y con un latino como protago­nista: Jay Hernández.

Para Selleck esta propues­ta no tiene nada que ver con la original, por lo que no existe ningún conflicto en él, según comentó ante diversos me­dios internacionales.

No la he visto. El produc­tor Peter M. Lenkov y la gen­te de CBS me contaron del proyecto como cortesía y me dijeron que si yo tenía algún problema no lo harían, que lo pensara, pero me parece que es muy útil en el mundo que tenemos hoy en día. La pregunta era si me ofende­ría y creo que es una elección sentirte ofendido o no, y no lo veo así. Mi programa tenía su historia, nuestra base de fans, llegamos a los 50 millones de televidentes en aquel enton­ces, así que les deseo lo me­jor”, dijo el actor del famoso y tupido bigote.

Magnum P. I . , en palabras de Se­lleck, siempre será un personaje que le pertenezca, pues durante ocho años lo interpretó con bigote, Ferrari y ca­misa hawaiana.

“No he visto el nuevo pro­grama, pero cuando vi los promocionales no vi mi serie, ellos hicieron la suya, creo que el personaje me pertenece y ahora hay un actor haciendo un papel que se llama igual, sí tengo un sentido de perte­nencia, pero hoy por hoy es­toy haciendo Blue Bloods y no sé cuándo pasó, pero creo que tanto Frank Reagan como Magnum o Jesse Stone, y las películas, son papeles de los que estoy orgulloso y que me pertenecen.

“Sé que no se pueden ha­cer imitaciones, porque cada actor es distinto, cada quien tiene su manera de aproxi­marse a un personaje. Cada uno hace su parte para contri­buir al éxito de un programa. Yo sólo estoy agradecido por el tiempo que viví en Mag­num, que fue maravilloso”, indicó.

Y aunque no tiene conflic­to, señala que no tiene inten­ciones de realizar ninguna aparición especial.

No me gustaría aparecer en la nue­va versión porque no es mi progra­ma, y francamen­te nuestro mundo quedó intacto. A ve­ces les pagan a los actores de una serie original un montón de dinero para que aparezcan en los remakes para validar al nuevo, pero creo que la vali­dación vendrá de su propio trabajo”, indicó.

Por ello es que el actor de cintas de la franquicia Jesse Stone se concentra en su in­terpretación de Frank Rea­gan en el drama Blue Bloods, que se encuentra disponible en Amazon, pues a través de él tiene la oportunidad de rei­vindicar a las figuras paternas.

“Inter­preto a un padre y me gusta porque hoy en día la ma­yoría de los padres que hay en la televi­sión son unos idiotas. Frank a veces lo es, pero también intenta ser un pa­dre bueno a pesar de que sus hijos ya son mayores. Ho­mero Simpson es un idiota, pero es divertido y no es algo malo. Tenemos problemas en nuestra sociedad con la paternidad.

Magnum fue un perso­naje, no era sobre un Ferrari, un bigote o una camisa, esos eran elementos de auxilio, pero es raro hoy en día ver en la televisión abierta de Esta­dos Unidos personajes dise­ñados de tal manera que sean entrañables como creo que es Frank Reagan”, señaló.

En la novena temporada, la familia perdió a uno de sus miembros, pero ganó otro. Además, enfrentarán tensio­nes entre ellos por las eleccio­nes laborales de algunos.

“No creo que sea político o que tenga una agenda. Cuan­do me ofrecieron el papel fue que era entretenimiento, pero esta familia de policías irlan­deses tenían problemas como todos. La cena de la familia es uno de los mo­mentos más im­portantes. Yo tuve eso: cenas familia­res, fui lo suficiente­mente afortunado para disfrutarlo y mucha gente lo hubiera querido a pesar de las peleas que pudiera ha­ber entre nosotros.

Pero perder la relación de esta familia es el verdadero peligro. En especial porque la hija mayor va a la oficina del fiscal, eso puede afectarlos”, dijo.

NO AL RETIRO

En 1969 Tom Selleck comen­zaba su carrera en la serie The Lancers. Han pasado casi 50 años y el actor afirma que, por ahora, no piensa en el retiro.

“Amo mi trabajo, el traba­jo. Si puedo escoger el retiro, lo haría, cosa que no pien­so hacer por ahora, pero si lo hago sería en mis términos. A veces no se tiene control sobre ello. Pero no quisie­ra retirarme haciendo co­merciales para hemorroides, ¡ésa es una pesadilla muy vi­sual que tengo!, es como la morgue para los actores”, finalizó.