¿Por qué no es posible hacernos cosquillas nosotros mismos?

Las cosquillas son un método primitivo de autodefensa, cuando recibes cosquillas se activa una zona del cerebro llamada cisura de Rolando que se encarga de controlar los movimientos faciales, reacciones vocales y emocionales pero estas funcionan solamente cuando alguien más te hace cosquillas ya que no puedes provocarlas tu mismo.

Luego de diversos experimentos, donde se le hacían cosquillas a personas mientras se les contaban cosas graciosas y donde a otro grupo sólo se les hacía cosquillas encontraron que estos últimos activaban solamente la zona del cerebro que regula la lucha y la huida.

Durante los experimentos se dedujo también que las cosquillas crean una especie de sumisión en la persona que las recibe y que estas evolucionaron a la par de la especie humana.

El doctor Alan Hirsch, de la Smell de Taste Treatment and Research Foundation reafirma que «cuando alguien recibe cosquillas en realidad estimulan las fibras nerviosas amielínicas que causan dolor».
Por lo que se concluye que no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos debido a que el cerebro anticipa que no hay necesidad de producir una respuesta de acción, lucha, miedo o huida.